La banquisa ártica se está derritiendo a un ritmo diferente en América que en Eurasia. Un reciente estudio científico ha constatado que en el continente americano la tasa de desaparición del hielo marino es menor que el euroasiático.

El factor que determina este comportamiento diferente es la circulación atmosférica, que provoca que unas partes del Planeta queden más expuestas que otras a los efectos del calentamiento global de la atmósfera.

Menos hielo, más agua: se acelera el proceso

Según el trabajo publicado en la revista científica Atmosphere, a la causa de la circulación atmosférica hay que añadir el hecho de que el hielo disminuye.

Es decir, al ir quedando una superficie cada vez más pequeña cubierta de hielo, que sirve como un espejo que refleja la luz solar, el agua de mar captura más calor, acelerando la desaparición del hielo restante.

Recordemos que para muchos científicos toda la cubierta helada del Ártico podría derretirse cada verano a finales del siglo XXI.

La forma en que circula el aire es la clave

Para los autores del estudio la forma en que circula el aire en el Ártico explica el comportamiento diferente en cada región.

Por ejemplo, a finales de septiembre es cuando hay menos hielo en la mayoría de los años y la época del año en la que el océano acumula activamente energía solar en forma de calor.

Si el aire frío llega desde el Polo a Groenlandia, absorbe parte del calor mientras que una entrada de aire cálido desde el continente, desde regiones más meridionales, hace que el océano se caliente aún más.

Memoria estacional

Es lo que los investigadores llaman memoria estacional, puesto que la capa de hielo del invierno responde a las condiciones atmosféricas del verano anterior.

Durante las últimas décadas, la tendencia ha provocado que las corrientes de aire desaceleren el calentamiento del océano en Estados Unidos y se aceleren en el Ártico euroasiático.

¿Cómo hicieron el estudio?

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores midieron la temperatura y la composición del agua a diversas profundidades, así como la temperatura y la humedad del aire, el viento y parámetros de interacción aire-mar en dos regiones polares.

Los científicos llegaron a analizar cientos de características durante cuatro expediciones en el Ártico, realizadas en agosto y septiembre de 2003, 2005, 2013 y 2015.

Hielo más pobre

Además, constataron lo que otros estudios similares ya han adelantado o lo que se observa desde las mediciones satelitales: no es sólo que el área de cobertura de hielo se está reduciendo sino que además, durante los últimos 30 años, la proporción de hielo que sobrevive a una temporada de fusión o más ha disminuido.

El hielo multianual es más grueso que el hielo del primer año y tiene una estructura diferente.

Cuando se derrite parcialmente el verano, el agua descongelada arrastra la solución salina y deja bolsas de aire. Ese hielo espeso y poroso aumenta el aislamiento térmico y previene el calentamiento del océano.