Bombogénesis frente a la Costa Este de EEUU y tiempo inestable en España. La atmósfera en la mitad del Hemisferio Norte que interesa a Norteamérica y Europa está sufriendo interesantes cambios, que van a concentrar la atención en los dos puntos mencionados.
Si durante la semana pasada era el Océano Pacífico Norte el que concentraba una alta actividad ciclogenética por la cual se formaban numerosas borrascas muy profundas (procesos de ciclogénesis explosiva) generando vientos con fuerza de huracán, esta actividad ahora parece trasladarse al Atlántico Norte, con la formación de una verdadera bomba meteorológica frente a la Costa Este de los Estados Unidos.
Prácticamente de la nada, y en tan solo 48 horas, se forma una borrasca monstruosa frente a la Costa Este de EEUU, con una presión mínima estimada de 956 hPa. El medio de comunicación especializado en información meteorológica, The Weather Channel, asignará el nombre de Xenia a esta borrasca.
A priori, aunque una presión tal es muy baja, lo más característico es que se alcanza en un intervalo de tiempo extremadamente corto, por lo que el gradiente de presión alrededor de esta borrasca será enorme, increíblemente grande, por lo que los vientos a su alrededor alcanzarán fácilmente fuerza de huracán.
Se podría decir que se va a desatar un verdadero infierno bajo este sistema de baja presión, que provocará un increíble temporal marítimo bajo él, y posibilidad de marejada ciclónica a lo largo de la Costa Este, que aconseja un seguimiento muy cuidadoso en los estados que se verán a afectados en su movimiento.
En el foro de debate se ha abierto un hilo de seguimiento de esta bomba meteorológica.
La monstruosa borrasca nacerá de un complejo proceso que incluye la fusión de dos sistemas de bajas presiones de características muy distintas, con el protagonismo en una baja subtropical que parte del Golfo de México, cargada de humedad, y con la participación de la Corriente en Chorro Polar.
En la imagen superior podemos observar todos los elementos participantes.
Tiempo frío e inestable en España.
Y trasladándonos varios miles de kilómetros más al este, al otro lado del océano Atlántico Norte, en España las cosas también están cambiando.
Desde hace días, los modelos meteorológicos vienen indicando la formació de un anticiclón de bloqueo en Escandinavia, el cual obligaría a las borrascas a descender de latitud y ejercer su influencia en nuestro país.
Es lo que observamos en la imagen superior, con las anomalías de altura geopotencial de 500 hPa para el 28 de marzo a las 00 UTC.
Los colores vivos indican anomalías positivas y predominio de las altas presiones a ese nivel y en superificie; los colores fríos, todo lo contrario.
Es fácil observar que España queda bajo la influencia de las bajas presiones, que no pueden moverse por latitudes más altas debido a la presencia de ese anticiclón de bloqueo.
En el foro de debate hay abierto un hilo de seguimiento para esta situación, en el cual te invitamos a participar.
Esta primera fase de los cambios meteorológicos previstos incluye una nueva expansión de aire polar muy frío, que de nuevo provocará un desplome de las temperaturas y de la cota de nieve, acompañados de vientos fuertes del norte y noroeste, a partir de mañana.
Al ser una situación de nortes y noroestes, será la mitad norte peninsular la que recibirá más lluvia, siendo escasa o nula en el tercio oriental y mitad sur.
Esta situación ha motivado la activación de multitud de avisos por Fenómenos Meteorológicos Adversos que te invitamos consultar en la web de AEMET.
Evolución para días siguientes.
La evolución posterior se torna muy interesante, porque viene prometiendo la formación de un bloqueo anticiclónico que se extendería desde Groenlandia hacia Escandinavia, provocando la formación de un pasillo de borrascas que las llevaría a afectar directamente a España, indicando el inicio de un periodo húmedo y de temperaturas por debajo de la media en buena parte del país.
De momento, al quedar más lejos en el tiempo, preferimos guardar una cierta prudencia a este respecto, y ver cómo van evolucionando los modelos meteorológicos.
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