El calentamiento global de la atmósfera está provocando una sobrecarga lateral del eje de rotación de la Tierra.

Así lo afirma un estudio de investigación recientemente publicado que demuestra que el derretimiento de una masa de hielo de 7.500 gigatoeneladas de la superficie helada del Ártico, ha provocado una inestabilización del eje de la Tierra.

Se ha desplazado unos 10 centímetros

Según podemos leer en el trabajo publicado en ‘Earth and Planetary Science Letters’ el eje de giro de la Tierra se ha desplazado alrededor de 10 centímetros durante el siglo XX y lo que llevamos de s. XXI, en base a los cálculos realizados por Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

El trabajo indica que si la temperatura del Planeta sigue subiendo, el Ártico continúa perdiendo hielo y además, en aquella región, se incrementa el ritmo de consumo de combustibles fósiles, la desviación aumentará aún más en las próximas décadas.

¿Cómo se desajusta el eje de rotación?

Los autores del trabajo explican que una masa de hielo que está a 45 grados con relación al Polo Norte (el caso de Groenlandia) o al Polo Sur (los glaciares en la Patagonia) tiene  un impacto mayor a la hora de modificar el eje sobre el cual gira la Tierra que una masa que está en el Ecuador.

Es decir, el eje de rotación se está distorsionando, por la diferencia de masas entre los Polos y las latitudes ecuatoriales.

Como sabemos, nuestro Planeta no es una esfera perfecta de forma que cuando rota sobre su eje de giro, una línea imaginaria que pasa por los polos norte y sur, se tambalea siguiendo una serie de movimientos que se conocen como movimiento polar.

Los factores que distorsionan el giro de la Tierra

Los autores del trabajo opinan que tanto la redistribución de la masa en la Tierra, como los cambios sobre su superficie, las capas de hielo, los océanos y el flujo de manto afectan a la rotación del planeta.

Y entre los distintos factores, el más importante es la pérdida de masa helada en Groenlandia, que ha provocado un aumento del nivel del mar y por tanto, en una deriva en el eje de rotación de la Tierra.

El rebote glacial

Pero hay más factores. Por ejemplo, tanto el rebote glacial como la convención del manto también afectan al eje de rotación. El rebote glacial, es responsable de este movimiento del eje de rotación de la Tierra.

Muchos estudios indicaban que el rebote glacial era el factor clave del movimiento polar. De hecho, durante la última edad de hielo, los glaciares tan voluminosos que se formaron deprimieron la superficie del Planeta.

Pero  cuando estos glaciares se movieron o derritieron, la Tierra volvió lentamente a su posición original, provocando un cambio en el eje de rotación. En cualquier caso, los científicos estiman que el rebote glacial es responsable de un tercio de la deriva polar.

La convección del manto

La convención del manto, que es la responsable del movimiento de las placas tectónicas, también influye en la deriva polar.

El hecho de que las rocas incandescentes se muevan a través del manto terrestre provoca inestabilidad en el giro del Planeta, modificando el eje.

Por todo ello, los científicos creen que si la pérdida de hielo de Groenlandia se acelera, el movimiento polar también lo hará, haciéndose más inestable el eje de rotación de la Tierra.