El comienzo de la nueva semana ha venido marcado por la presencia de calimas en amplias zonas del territorio peninsular, siendo en algunos casos, verdaderamente densas, además de temperaturas que han sobrepasado el umbral de los 20 grados en gran parte del mediterráneo (en algunos casos se han superado los 23, o incluso los 25 grados. Antes de comenzar, sería útil comprobar la tendencia de los índices de la NAO y la AO.
En el caso de la oscilación del atlántico norte, cabe esperar que se mantenga ligeramente positiva, sin variaciones de consideración. En el caso de la AO, ésta se mantendrá negativa en los próximos días, si bien su evolución parece ser algo más incierta que el de la NAO. Con estos índices, cabe esperar el tránsito de borrascas en sus latitudes habituales (a nivel de Europa), si bien cabe esperar la presencia de algún anticiclón en latitudes altas que desestructure algo el vórtice polar. A nivel sinóptico, encontramos la culpable de la llegada de tanto polvo en suspensión desde África y del ascenso de las temperaturas. Tenemos la DANA que ha estado estos últimos días paseándose por el entorno del norte de África reintegrándose al chorro. En la imagen se ve de forma elocuente como esa DANA arrastra vientos procedentes del desierto africano.
Si nos alejamos, vemos que por el atlántico asoman un anticiclón frío y, por tanto, móvil y justo debajo suya una borrasca.
Entre ellos se da una interacción de libro: para seguir con vida, la borrasca necesita aire frío, y el anticiclón tiene bastante que propiciarle. Avanzando un poco más en el tiempo, a 48 horas vista vemos cómo el anticiclón frío pierde su estructura y, en consecuencia, la borrasca está a punto de morir.
Al oeste del atlántico se sitúa un potente anticiclón, de más de 1040 hPa. Por lo general, cabe esperar poco de dicha borrasca, salvo en el norte y noroeste. Así cuantifica el IFS las precipitaciones asociadas a ella:
Es a partir de aquí cuando se avecinan los cambios que tanto hemos estado esperando durante este invierno. Una masa de aire frío procedente del sur de Groenlandia genera una borrasca "ipso facto" en el entorno del mar Cantábrico. Ya los modelos parecen ponerse de acuerdo en mandar la borrasca al mediterráneo vía Cantábrico. La configuración a 120 horas según el IFS es bastante bonita, de las que no se veían de hace un buen tiempo.
La situación bien podría clasificarse de noroeste. En cuanto a precipitaciones, éstas perderán intensidad cuanto más al este, puesto que ya sabemos que a esta zona llegan tras haber recorrido gran parte de la Península y además las lluvias tienen que atravesar bastantes obstáculos geográficos. De todos modos, precipitaciones que serán generalizadas, quizás exceptuando Canarias.
Tras el paso de la borrasca, la inestabilidad residual correspondería a la dirección de los vientos. Lluvias en el entorno del Cantábrico, en sistemas montañosos bien orientados y en el norte de África. No obstante, el anticiclón azoriano con su dorsal asociada empezará a ganar terreno sobre nuestra zona. Una nueva borrasca asoma por el sur groenlandés, mientras que ya nuestra baja se sitúa sobre centroeuropa, ya algo más debilitada.
A partir de aquí es mucho arriesgar seguir con la determinista, pero me gustaría resaltar varios aspectos que a mí personalmente me invitan a ser optimistas. La primera de ellas es que de las 168 a las 192 horas la presión asciende de forma considerable en todo nuestro entorno, una subida del orden de los 6-10 hPa aproximadamente en 24 horas. El anticiclón se rearma por su flanco occidental y la borrasca se acerca al sur de Islandia.
Normalmente (para nada siempre), cuando la presión asciende rápidamente, esta subida de la presión no suele estar asociada a anticiclones que vienen para quedarse y la experiencia dice que, a veces, tras una entrada fría le sucede otra. Eso es lo que marca la determinista del europeo y por ello quería hacer mención a estos aspectos. Tirando de predicción probablista, que es menos arriesgado, podríamos darle cierta consideración a la determinista, viendo que los ensembles apuntan a la baja a largo plazo. He elegido el ensemble de presión para Madrid, en el que se ve lo que comento.
Así pues, comenzamos semana de apasionante seguimiento meteorológico en la que no nos faltará la lluvia, la nieve, el frío h el viento. ¿Quizás la última situación de este tipo? No lo sé, pero desde luego es una gran oportunidad para que el invierno se despida como debe ser, con los fenómenos meteorológicos que tanto hemos añorado durante estos meses invernales. Estaría bien que la meteo nos compensase.