Hasta 20 borrascas experimentaron un proceso de ciclogénesis explosiva (o bombogénesis) o alcanzaron una intensidad similar a la que desarrolla un huracán entre enero y febrero de 2014. Así lo indica una nota informativa emitida por la NOAA que viene a refutar la inusitada actividad que ha experimentado el Atlántico Norte en los últimos meses.
Para ilustrar este hecho, la imagen superior recoge en tonos azules las áreas que experimentaron velocidades de viento más intensas que las experimentadas en la media de 1981-2000. Lógicamente los colores azules más intensos se corresponden con las regiones que sufrieron las rachas más anormalmente intensas.
El Atlántico Norte una zona de profundas borrascas
Llama la atención en el gráfico confeccionado por la NOAA que las zonas que sufrieron anomalías de viento positivas elevadas, se corresponden además con unas regiones marítimas y terrestres acostumbradas a recibir el paso de estas borrascas año tras año.
Por ello, las 20 borrascas que sufrieron entre enero y febrero un proceso de súbita profundización son sin duda una anomalía que tardará años en volverse a ver.
La borrasca Stephanie haciendo impacto en Galicia este invierno
Anomalías negativas de viento en el Pacífico
Llama la atención la zona con anomalía de intensidad de viento negativa en el Oeste de Estados Unidos, que sin duda tienen relación con las altas presiones que han dominado este año en la zona y que están provocando una persistente sequía en aquella zona del Planeta.
¿Qué es una ciclogénesis explosiva?
La ciclogénesis es el proceso de formación, de génesis, de un ciclón, de una borrasca. Por tanto es un hecho muy habitual pues toda depresión, borrasca o ciclón atlántico se genera, se profundiza y posteriormente se rellena y desaparece.
Aunque muchos medios de comunicación se empeñaron esta tarde en confundir ambos térmicos: una ciclogénesis no es una borrasca.
Una de las borrascas más intensas que se desarrollaron este invierno
Quizás, el vocablo ‘explosiva’ es lo que lleva a la utilización tan abusiva de la expresión. Pero cabe recordar que este término indica que el proceso de profundización de la borrasca es muy rápido e intenso. Es decir, que en pocas horas desciendo de manera importante la presión atmosférica en superficie de la borrasca.
Concretamente, existen criterios, valores umbral para poder definir un proceso de ciclogénesis como explosiva (o bombogénesis). Sanders-Gyakum (1980) las definieron como aquellas en las que la caída de la presión central en superficie en un periodo de 24 horas, es superior a 24 • senα / sen60, siendo α la latitud promedio del centro de la baja durante ese periodo (18 hPa / 24 horas, para 41º), siendo igualmente válidos, múltiplos de este ratio, es decir, la mitad del valor obtenido, para un periodo de 12 horas en vez de 24.
Otro criterio similar es el Carlson (1991), que establece un valor de 12 hPa / 24 horas, para 45º de latitud, siendo estos umbrales referidos a ciclogénesis atlánticas.
Amplía información:
http://www.nnvl.noaa.gov/MediaDetail2.php?MediaID=1515&MediaTypeID=1
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