Izquierda: temperatura media semanal de las aguas superficiales (SST) en la Región de Desarrollo Principal (RDP): en rojo, valor medio de la serie 1981-2018; en rojo oscuro, valor medio año 2018. Derecha: cizalladura vertical del viento media semanal para la región del Mar Caribe: en azul claro, valor medio de la serie 1979-2018; en azul oscuro, valor medio año 2018. Fuente: Michael Lowry (Twitter).

Estando a finales de agosto y, a punto de arrancar septiembre, nos encontramos en el punto álgido de actividad de ciclones tropicales en el Atlántico Norte, según la climatología de huracanes de esta cuenca oceánica.

Habiendo consumido 3 de los 6 meses que dura la temporada de forma oficial, la actividad hasta ahora ha sido muy pobre. ¿La razón? Condiciones ambientales poco compatibles con la ciclogénesis tropical. Sin embargo, como vamos a ver, las cosas parecen estar cambiando…

Una pobre temporada de huracanes, hasta ahora.

Resumen gráfico de la evolución de la temporada de huracanes atlánticos 2018. Ciclones formados con su intensidad, duración y fecha de formación. Fuente: Wikipedia.

Son bastante diversos los condicionantes que han provocado que la temporada de huracanes de este 2018 esté siendo bastante pobre hasta ahora.

Quizás, el más llamativo, es el relacionado con las marcadas anomalías negativas de temperatura de las aguas superficiales en la Región de Desarrollo Principal y otras zonas del Atlántico, a excepción de las aguas centrales y las del Golfo de México.

A este factor se le han unido otros, como las poderosas y continuas advecciones de polvo sahariano en suspensión. Lo que en inglés se define mejor como SAL o Saharian Air Layer (o Estrato de Aire Sahariano). Tormentas de polvo muy intensas que han llegado a alcanzar con intensidad a diversos países caribeños y estados de los USA, incluso.

Y luego también, podemos verlo en la figura de portada, una cizalladura vertical del viento más alta que lo normal climatológicamente hablando. Lo cual podría estar relacionado con un cambio de fase ENSO en el Pacífico, con el regreso de condiciones de El Niño.

Condiciones ambientales más favorables en septiembre.

Pues bien, coincidiendo con el máximo climatológico de actividad ciclónico-tropical en el Atlántico Norte, estas condiciones ambientales se están tornando más favorables.

Por primera vez, durante esta temporada 2018, las temperaturas de las aguas superficiales oceánicas en la RDP y la cizalladura vertical del viento en la región del Mar Caribe se han acercado a lo que es más normal a estas alturas del año.

Si comparamos los mapas de anomalías de temperatura de las aguas superficiales en la RDP, entre los días 6 y 27 de agosto, se observa un caldeamiento considerable. Las anomalías negativas se han reducido considerablemente, y han surgido otras positivas a cambio.

Cabe destacar el hecho de que, aunque hasta ahora la temporada haya sido bastante tranquila, esto no significa que el resto de la temporada vaya a serlo. El experto en Meteorología Tropical, Dr. Philip Klotzbach lo destaca poniendo como ejemplo la temporada de 1961. Entonces, en agosto no se formó ni un solo ciclón. Sin embargo, llegó septiembre y se formaron 4 huracanes mayores… Así que hay que tener mucho cuidado.

De hecho, los modelos comienzan a intuir desarrollos ciclónico-tropicales para los próximos días, tanto en la RDP, como en otras zonas del Atlántico, incluyendo al Golfo de México.

Y el modelo europeo también comienza a intuir la formación de ciclones tipo Cabo Verde (recibiendo este nombre por su origen en Ondas del Este u Ondas Tropicales procedentes de África y su paso por las islas Cabo Verde).

Así que nuestro hilo de seguimiento y previsiones para el Atlántico Norte, promete reactivarse durante estos próximos días. Vamos a estar muy atentos.