Los Estados Unidos continentales terminaron recientemente sus 12 meses más húmedos en 124 años de registro moderno. Los resultados son visibles en mediciones satelitales de agua dulce.
Desde el 1 de mayo de 2018 hasta el 30 de abril de 2019, los 48 estados más bajos promediaron 36.20 pulgadas (919.48 milímetros) de precipitación; un total de 6.25 pulgadas (158.75 mm) por encima de la media. El récord anterior (abril 2015 a marzo 2016) fue de 35.95 pulgadas (913 mm.). Según los Centros Nacionales de Información Ambiental, diez estados de EE. UU. tuvieron sus 12 meses más húmedos, y otros tres se ubicaron entre los tres primeros. Muchos de ellos se agruparon en las regiones del Atlántico Medio y Medio Oeste.
Suelos empapados y sequía desaparecida.
Según el informe del 21 de mayo del Monitor de la Sequía (Drought Monitor) de EE. UU., Solo el 2,72% de los EE. UU. Contiguos estaba en sequía, entre los niveles más bajos en dos décadas de registros. California está completamente fuera de sequía por primera vez desde 2011. Recientemente, en febrero de 2018, un tercio de los Estados Unidos estaba en sequía.
El mapa de arriba muestra cómo el agua subterránea ha respondido al año inusualmente húmedo. Los colores representan el percentil de humedad; es decir, cómo la cantidad de agua subterránea del 13 de mayo de 2019 se compara con todos los mayos de 1948 a 2012.
Las áreas azules tienen agua subterránea más abundante de lo normal para la época del año, y las áreas anaranjadas y rojas tienen menos. El mapa se basa en múltiples tipos de datos meteorológicos (precipitación, temperatura, etc.) integrados en un modelo avanzado de computadora desarrollado por científicos en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
El segundo mapa muestra las anomalías de la humedad del suelo, o cuánto el contenido de agua cerca de la superficie de la tierra estuvo por encima o por debajo de la normal del 11 al 13 de mayo de 2019. Las mediciones se derivan de los datos recopilados por la misión SMAP (Teledetección Activa y Pasiva de Humedad del Suelo).
El primer satélite de la NASA dedicado a medir el contenido de agua de los suelos. El radiómetro SMAP puede detectar agua en los 5 centímetros (2 pulgadas) superiores del suelo. Los científicos usan los datos de esa capa superficial en un modelo hidrológico para estimar cuánta agua está presente aún más en la zona de la raíz, lo cual es importante para la Agricultura.
Ríos Atmosféricos de Humedad, grandes huracanes…
Gran parte del Este y Medio Oeste tuvo un otoño extremadamente húmedo en 2018; los huracanes de categoría 5, Michael y Florence, produjeron grandes cantidades de lluvia a finales del verano; y California ha sido empapada por los eventos esporádicos de los ríos atmosféricos y los efectos de un leve El Niño.
Pero no hay una sola explicación para la precipitación extrema del año pasado. Sin embargo, encaja con los aumentos a largo plazo en la precipitación general y con los eventos de fuertes lluvias en nuestro clima cambiante.
“No tengo una explicación para los sistemas climáticos que causaron las fuertes precipitaciones, pero las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico occidental y el Golfo de México han estado en general muy por encima de lo normal durante el año pasado. Seguramente esto se ha sumado al contenido de vapor de agua en la atmósfera disponible para los sistemas climáticos precipitantes «, dijo Ken Kunkel, un climatólogo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
“El patrón de precipitación en los últimos 12 meses indica la humedad general en la mayor parte de los Estados Unidos, pero no coincide con las proyecciones del futuro, que muestran aumentos principalmente en el norte de los Estados Unidos. Por lo tanto, la humedad reciente probablemente tiene explicaciones adicionales, o en su lugar de, solo forzamiento antropogénico«.
En la Cuarta Evaluación Nacional del Clima, publicada por el Programa de Investigación de Cambio Global de los Estados Unidos en 2018, los científicos informaron: “un aumento nacional promedio del 4 por ciento en la precipitación anual desde 1901 se debe principalmente a grandes aumentos en la temporada de otoño.
Los eventos de fuertes precipitaciones en la mayor parte de los Estados Unidos han aumentado tanto en intensidad como en frecuencia desde 1901 … Se prevé que la frecuencia y la intensidad de los eventos de fuertes precipitaciones aumentarán a lo largo del siglo XXI. Se espera que los sistemas convectivos de mesoescala (grupos organizados de tormentas eléctricas) en el centro de los Estados Unidos continúen aumentando en número e intensidad en el futuro «.
Escribiendo para The Washington Post, el meteorólogo Jason Samenow reflexionó sobre un año de lluvias récord en la capital de la nación: “La lluvia histórica del año pasado es algo así como un suceso aleatorio. Es principalmente el resultado de patrones climáticos que con frecuencia se han arreglado, por casualidad, de una manera óptima para exprimir el agua del cielo. Sin embargo, al mismo tiempo, este año récord ha ocurrido en un contexto a largo plazo de calentamiento del clima y aumento de las precipitaciones extremas. En otras palabras, el cambio climático probablemente intensificó la lluvia y aumentó la posibilidad de que se convirtiera en un factor récord «.
Temporada de tornados hiperactiva.
Por último, cabe destacar la enorme actividad tornádica que se está poniendo de manifiesto durante este mes. Sin duda, estos sistemas de tormentas también han sido importantes contribuyentes a las grandes cantidades de lluvia acumuladas por diversos estados centrales del país.
Por hacernos una idea, en los últimos 7 días, las 45 oficinas locales del Servicio Nacional de Meteorología de los USA han publicado 423 alertas de tornado (Tornado Warnings) para porciones de 27 estados…
Este tipo de alertas se emiten tras el avistamiento de uno o varios tornados, o de una nube embudo, o su detección a través de los radares meteorológicos. Suponen el encendido de las sirenas, si una localidad puede verse afectada por ellos, y si disponen del sistema acústico.
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