Multitud de mesovortices baja presion entre Azores y la Peninsula Iberica. Tanto en la jornada de ayer, como en la de hoy 6 de septiembre de 2014, el Atlántico Norte Oriental está proporcionando unas bellísimas e interesantes imágenes a vista de satélite.
Conscientes de que, además de en esta circunstancia, la actualidad meteorológica también se centra en el riesgo de fuertes tormentas en el cuadrante noreste durante esta tarde, nos vemos obligados a dejar un enlace al hilo de seguimiento de estas tormentas, como elemento añadido a esta noticia que pasamos a desarrollar a continuación.
La extraordinaria imagen que encabeza esta noticia era tomada ayer, en varios barridos, por el satélite meteorológico de última generación Suomi NPP del consorcio NOAA – NASA, y muestra multitud de mesovórtices entre las Islas Azores y nuestra Península Ibérica.
Se trata de remolinos nubosos, acompañados de cierta convección, especialmente en algunos de ellos. A la postre, vórtices cuyo tamaño se corresponde a la mesoescala, de ahí que se denominen mesovórtices.
Pero la imagen que hoy proporciona el satélite TERRA (sensor MODIS) de la NASA no es menos llamativa que la de ayer; sigue mostrando multitud de mesovórtices, pero con nuevas particularidades.
La primera de ellas, el sensible aumento de la inestabilidad atmosférica sobre el tercio oriental peninsular, lo que incluye a Portugal, que ya está padeciendo los efectos de tormentas, visible en la imagen sobre la franja central de este país.
La segunda de estas particularidades es la formación de un mesovórtice convectivo muy llamativo. Hagamos zoom en esta imagen…
Es posible apreciar a todo lujo de detalles la organización de este mesovórtice, con un Centro de Circulación de Niveles Bajos (acrónimo en inglés, LLCC, muy usado al hablar de ciclones tropicales) muy definido, y convección abundante rodeándolo, en un entorno de baja cizalladura vertical del viento.
Probablemente, en este pequeño sistema de baja presión se estén desencadenando mecanismos similares a los que se producen en sus primos lejanos los ciclones tropicales, con un reforzamiento de la baja presión por la liberación de calor latente de la convección que se observa, y quizás también por la alimentación con aire frío en altura.
De hecho, el modelo GFS detecta anomalías cálidas al nivel de 850 hPa coincidiendo con el núcleo del área de baja presión, en el cual se haya embebido este mesovórtice.
Esta amplia área de baja presión, poco profunda en realidad, es la responsable del aumento de inestabilidad que ya ha comenzado a sentirse hoy por el oeste peninsular, y que se irá acrecentando para mañana, como ya describimos ayer en otra noticia.
Regresando a estos mesovórtices, probablemente no tengan mayor importancia más allá de su extraordinaria belleza, y las características descritas; pero seguir su evolución, con antecedentes de desarrollos tropicales fuera de zonas habituales, siempre es algo muy interesante, dentro de la licencia que nos otorga no ser un servicio meteorológico oficial, y sin dejar de lado la mayor rigurosidad posible a la hora de informar.
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