Borrasca fotografiada desde la Estación Espacial Internacional, 20 de marzo de 2011. Crédito: NASA.

Records de calor para marzo y, en abril ¿aguas mil? La atmósfera no deja de sorprendernos, con bruscos cambios. Así, si hace poco más de una semana hablábamos de frío y nieve, las últimas dos jornadas nos han dejado un ambiente que podríamos calificar de veraniego, sin riesgo a pecar de sensacionalistas. ¿Qué nos deparará el recién comenzado abril?

La fotografía que hemos elegido para encabezar esta noticia, aunque es antigua, sirve perfectamente como pista para saber cuáles parecen que serán los derroteros que seguirá la atmósfera a partir del próximo fin de semana.

Es decir, existen varios indicadores que nos llevan a intuir una progresiva inestabilización de la atmósfera, como veremos a continuación. No obstante, comencemos primero con algunos comentarios respecto al anticipo del verano que hemos tenido.

Temperaturas de verano, recien comenzada la primavera.

En los últimos años, no son pocas las veces en que se han producido cambios muy bruscos de tiempo, que han llevado de condiciones anómalas de un signo, a otras igualmente anómalas pero de signo contrario.

Y es lo que ha ocurrido durante la segunda quincena de marzo de 2015; de un ambiente que se ha caracterizado por el frío y la nieve, además de la lluvia en algunas regiones, se ha pasado a otro caracterizado por todo lo contrario. Esto es, pasamos de tener sobre la Península Ibérica una masa de aire polar marítimo a tener una masa de aire subtropical marítimo. Prácticamente, como pasar del blanco al negro.

Esto ha llevado a, como se viene recogiendo en nuestro hilo de seguimiento de records diarios según la Agencia Estatal de Meteorología, valores record de temperaturas tanto máximas como mínimas en numerosos observatorios de la red.

Valores extremos alcanzados el martes, 31 de marzo de 2015. Crédito: AEMET.

La lista es llamativa, por larga. Podríamos destacar, como ejemplo, los 32.9ºC registrados en el Aeropuerto de Sevilla, batiendo el record anterior de 30.8ºC del 24 de marzo de 1955, y cuya serie climatológicacomienza en 1951; es decir, ayer se midió la máxima más alta para un mes de marzo en 64 años que tiene la serie, en este observatorio.

Calentamiento Súbito Estratosférico ¿indicador de cambios en 2 a 3 semanas?

Los modelos meteorológicos llevan varios días contemplando escenarios tendentes a la inestabilidad a partir del próximo fin de semana.

Esta tendencia, además, viene soportada por cambios que están ocurriendo en la Estratosfera, en forma de un Calentamiento Súbito Estratosférico, CSU.

Temperatura a 10 hPa, según NCEP/GFS, 27 marzo 2015 00 UTC.

En esta figura puede apreciarse el fenómeno de forma muy nítida, con una clara anomalía cálida coincidiendo con el Polo Norte.

Temperatura media zonal a 10 hPa, evolución 2014 - 2015.

Este calentamiento aparece muy bien reflejado en la gráfica superior, en la que se puede observar que la temperatura media zonal alcanza valores de record al nivel de 10 hPa.

En el foro de debate, en el hilo de seguimiento de teleconexiones, se amplía esta información.

Por la época del año en que se produce este fenómeno, consideramos que puede tratarse de un calentamiento estratosférico final, que suelen producirse en primavera, y que son normales porque son transición a la inversión del vórtice polar que ocurre durante el verano del Hemisferio Norte.

No obstante, al ocurrir recien comenzada la primavera, también consideramos que pueden ser síntoma de cambios que interesen a nuestro país (inestabilidad) de cara a la segunda quincena de abril.

Tendencia hacia una atmósfera inestable.

Y es esto precisamente lo que se viene considerando en el hilo de seguimiento y análisis de modelos en el foro de debate.

Situación de bloqueo prevista por el GFS para el 10 de abril de 2015.

En su salida de las 12 UTC de ayer martes, el modelo GFS planteaba un escenario muy interesante, con la formación de un anticiclón de bloqueo entre Islandia y la Península Escandinava, dando vida a un bloqueo atmosférico.

Esta situación abriría un pasillo inestable a borrascas atlánticas y frío del norte de Europa y Rusia. Así, de un ambiente veraniego pasaríamos a un tiempo muy variable, con chubascos y tormentas, más propios de esta época del año.

No obstante, se trata de previsiones a largo plazo, y aún se observan ciertos bandazos, si comparamos salidas de distintos modelos, o salidas de un mismo modelo pero de horas distintas.

Sirva esta noticia como un «aviso a navegantes», y todavía considerémosla como una mera posibilidad.


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