Anomalía de temperatura media a 2 m. de la superficie, hoy 30 de octubre de 2018. Análisis del modelo GFS / NCEP.

El Vórtice Polar Estratosférico marcará, una temporada más, el devenir de la situación meteorológica en Europa y en España en particular en los próximos meses. Los posibles temporales de lluvias, las nevadas, las intensas olas de frío… dependen de este factor.

Una temporada más, comenzamos el seguimiento del comportamiento del Vórtice Polar Estratosférico. Este seguimiento se engloba dentro de los relacionados con las teleconexiones; es decir, cómo influyen situaciones anómalas en la Troposfera sobre la Estratosfera y viceversa.

¿Qué es el Vórtice Polar?

Como sabéis el vórtice polar se podría definir como un ciclón persistente que se ubica cerca de las zonas polares terrestres, distribuyéndose tanto en la troposfera (superficie terrestre) como en la estratosfera (a partir de los 6 kilómetros de altura), ocupando una extensísima zona sobre la atmósfera del Polo Norte.

Dicho vórtice contiene a las altas presiones polares, pero también forma parte del frente polar, o lo que es lo mismo: el choque de masas que se produce entre la cálida procedente de los anticiclones subtropicales que se extienden por el Hemisferio Norte con las masas frías embebidas en los anticiclones polares que se sitúan más al norte.

Relación entre una Corriente en Chorro Polar zonal, lineal y estable, con un Vórtice Polar fuerte. Y un Chorro Polar meandrizado, con un Vórtice Polar débil.

Dos fases: vórtice fuerte, vórtice débil

Durante muchos tramos del otoño e invierno el vórtice polar se mantiene fuerte, ese ciclón persistente ocupa una zona cerrada sobre el Círculo Polar Ártico, lo que se suele traducir en que las masas más frías de aire que están sobre el Hemisferio Norte se quedan en latitudes altas, sin afectar a las zonas más pobladas de Norteamérica, Europa o Asia.

En cambio, en ciertos tramos de la temporada invernal, el vórtice polar se debilita: desaparece esa configuración cerrada típica y se presenta con perturbaciones de aire más cálido en aquellas latitudes más altas del Planeta, desplazando las masas más frías hacia el Sur.

Qué ocurre cuando el vórtice se debilita

Lógicamente, el debilitamiento de vórtice polar afecta a las condiciones meteorológicas de superficie por la influencia descendente de las ondas planetarias, que son oscilaciones producidas en los fluidos geofísicos (océano y atmósfera). Hasta ahora se había demostrado que un recalentamiento estratosférico frecuente podía modular el flujo troposférico durante dos meses.

Este nuevo estudio de reanálisis de las condiciones del vórtice polar ha comprobado que su debilitamiento, como consecuencia de un recalentamiento acelerado del Ártico,  tiene una relación directa con los inviernos más fríos que se han vivido en los últimos años en el nordeste de Estados Unidos, en el norte de Europa y en Asia.

La influencia de la cobertura de nieve en Eurasia

Como ya os habíamos contado en otras ocasiones, los investigadores han constatado que una cobertura de nieve importante en el mes de octubre en Eurasia favorece una zona de altas presiones sobre Siberia.

Estas nevadas inusuales en Siberia podrían estar originadas por el derretimiento del Ártico, particularmente en los mares de Barents y de Kara. Cuando hay una capa de nieve anómala superior a la media en Siberia, los rayos solares se reflejan más eficazmente y las temperaturas descienden. La consecuencia es una densificación de la masa de aire.

El anticiclón provoca a su vez una transferencia de energía desde la troposfera a la estratosfera. Esta absorción de energía provoca un recalentamiento de la estratosfera y un debilitamiento del vórtice polar.

Se alcanza así una fase negativa en la oscilación ártica que viene acompañada de olas de frío intensas en Estados Unidos y el norte de Eurasia en invierno.

Información extraída de un artículo anterior: Un estudio hace un re-análisis de los últimos 38 años del vórtice polar con interesantes conclusiones.

Perspectivas actuales para el próximo invierno 2018-19

Expertos en la materia comienzan a descubrir ciertas tendencias en los modelos estacionales que indican una perturbación menor del Vórtice Polar Estratosférico para el próximo mes de noviembre.

Si tenemos en cuenta que la superficie innivada en Siberia y Eurasia en general sigue aumentando, también suben las probabilidades de que podamos tener fenómenos de Calentamiento Súbito Estratosférico con consecuencias en la dinámica atmosférica en la Troposfera. En definitiva, las bases para que se puede tener un invierno «movido» en Europa, Estados Unidos o Japón.

En el foro de debate hay un hilo de seguimiento del comportamiento del VPE en donde se irá ampliando toda esta información.