Anomalía de temperaturas máximas registradas ayer, 27 de febrero de 2019. Crédito: AEMET.

Aunque nos vamos a centrar en lo que está sucediendo en España, en innumerables observatorios meteorológicos de toda Europa Occidental se están pulverizando récords de temperatura máxima para un mes de febrero.

Un episodio sostenido en el tiempo que, de haber ocurrido en otro momento del año, hubiera podido ser perfectamente calificado como ola de calor.

Temperaturas hasta 14ºC por encima de lo normal

Temperatura máxima registrada ayer, 27 de febrero de 2019. Crédito: AEMET.

Las temperaturas máximas registradas ayer, 27 de febrero de 2019, fueron inusualmente elevadas en buena parte del país. En algunos casos, llegaron a superarse los 25ºC, rebasando en más de 14ºC los valores que serían normales para esta época del año.

De ahí lo llamativo del mapa de anomalías con que se corresponde el mapa superior de valores máximos registrados ayer por la red de observatorios meteorológicos de la Agencia Estatal de Meteorología.

Siguen cayendo récords

Ayer, día 27, se registraron numerosos récords de temperatura máxima para un mes de febrero, algunos de los cuales ya se habían batido previamente durante este episodio de temperaturas diurnas inusualmente altas para invierno.

Gracias a unas temperaturas tan elevadas, han seguido cayendo récords de valores máximos para un mes de febrero. Puedes consultar un recopilatorio que estamos haciendo en el foro.

Algunos son realmente importantes, como los 25,6ºC de Donostia / San Sebastián – Igueldo, cuya serie de datos comienza nada menos que en el año 1928.

Y no se queda atrás el de Tortosa, con 27,2ºC, y una serie de datos que comienza ¡en 1920!

El invierno va por barrios

No podría ser más apropiado este tuit de la cuenta SINOBAS de AEMET. La que se encarga del registro y divulgación de fenómenos meteorológicos singulares.

Así, podemos observar lo dicho en el titular: que el invierno en Europa está yendo por barrios. De modo que mientras en la mitad occidental «disfrutamos» de este tiempo cálido anormal, en la oriental sí están sufriendo los rigores del tiempo invernal.

Allí, los temporales de frío, lluvia y vientos causan estragos, como es el caso de Grecia u otras islas próximas, como las de Creta o Malta.

Ese mapa también permite intuir la fuerte meandrización de la Corriente en Chorro Polar, que dibuja la frontera entre las masas de aire frío polar y ártico (en colores fríos) y las masas de aire cálido subtropical (colores cálidos).

Esos meandros dan vida a dorsales (anticiclónicas) y vaguadas (depresionarias) responsable de patrones meteorológicos anormales allí donde se asientan. Así, a nosotros nos afecta una dorsal casi perpetua, que es la que está proporcionando este tiempo primaveral.

Episodios cálidos cada vez más frecuentes

Es muy fácil ponerse a pensar si este episodio de temperaturas anormalmente elevadas tiene relación con el Cambio Climático / Calentamiento Global.

Y, como siempre decimos, no se pueden relacionar episodios concretos y particulares con estos fenómenos globales.

Sin embargo, si ampliamos el punto de mira, podremos sacar conclusiones, inquietantes cuando menos. Y nada mejor que volver a echar mano de los datos imprescindibles de AEMET.

Citando el tuit al que se corresponde la imagen superior: el anómalo calor de estos días puede parecer una anécdota meteorológica, pero lo cierto es que estos episodios cálidos cada vez son más frecuentes y la tendencia general es de temperaturas indudablemente al alza.

Por lo tanto, sí podríamos estar sufriendo una consecuencia más del calentamiento global del planeta.

Nuestros mares, cada vez más cálidos

El acoplamiento de los sistemas atmósfera-océano constituye una prueba más de lo que está sucediendo.

Estos son gráficos con la evolución de la temperatura superficial del mar en los últimos 40 años en un punto del Cantábrico, Atlántico, Mediterráneo y Canarias. Son medias móviles de 12 meses, para eliminar la variabilidad estacional.

La variación a lo largo del tiempo es claramente ascendente en todos los casos, en algunos más clara que en otros.

Y esto puede tener muchos tiempos de consecuencias, como es provocar veranos cada vez más tórridos, en los que al calor de la masa de aire se sumará una mayor cantidad de humedad, y de energía durante la noche que impedirá el descenso de las temperaturas nocturnas.

¿Se avecinan cambios?

Si hacemos caso a las previsiones de AEMET, eso es lo que parece. Si bien es cierto también que, si miramos los modelos, parece ser un paréntesis breve, en esta línea evolutiva de tiempo plenamente primaveral, seco y soleado.