A pesar de que pudiera parecer que la temporada atlántica de huracanes 2019 está siendo más bien pobre, lo cierto es que se está ajustando a una temporada promedio.

Podríamos decir que «ahora empieza lo bueno». Y es que el mes de agosto marca el punto climatológico de mayor actividad, que se da entre septiembre y octubre.

Por ello en cazatormentas.com estamos ya vigilando la Región de Desarrollo Principal, donde empiezan a aparecer algunas novedades interesantes.

Algunos datos climatológicos

Con julio ya finalizado, el Atlántico Norte ha producido 2 tempestades nombradas (Andrea, que comenzó como tormenta subtropical; y Barry, que llegó a alcanzar la categoría de huracán).

De media, la tercera tormenta tropical se forma alrededor del 13 de agosto; el segundo huracán, alrededor del 28; y el primer huracán mayor (o gran huracán) alrededor del 3 de septiembre.

Es por esto que decíamos que, hasta ahora, la temporada se está ajustando al promedio.

¿Cuál es el mayor número de huracanes formados hasta estas alturas de la temporada, y cuándo ocurrió? Según el Dr. Klotzbach, 4 huracanes antes del 1 de agosto. Y esto ocurrió en el año 1886 y en el año 1966. Dato curioso.

El mes de agosto, tal como se muestra en el tuit superior, marca el comienzo del máximo climatológico de actividad ciclónico-tropical del Atlántico Norte. Por eso decíamos que «ahora empieza lo bueno»…

Vigilando la Región de Desarrollo Principal, RDP

La atmósfera muestra signos claros de que nos acercamos al pico climatológico de mayor actividad ciclónico-tropical en el Atlántico Norte. Y lo hace en forma de potentes ondas tropicales (u ondas del este) que emergen con fuerza desde las costas africanas.

Una de ellas, al suroeste de las Cabo Verde, está siendo monitoreada desde el Centro Nacional de Huracanes de Florida con sede en Miami. Etiquetada como 96L INVEST, los modelos meteorológicos insisten en desarrollarla en ciclón tropical, prácticamente coincidiendo con su llegada a las Antillas Menores.

Hemos elegido el modelo meteorológico americano GFS/NCEP para ilustrar los 4 momentos más característicos del desarrollo de este todavía hipotético ciclón tropical.

Sería a su llegada a las Antillas Menores cuando probablemente tengamos ya una depresión tropical afectando a estas islas.

Posteriormente, alcanzaría a Puerto Rico y la parte oriental de Cuba como tormenta tropical. Seguiría fortaleciéndose a su paso por Las Bahamas, y ya en aguas abiertas, frente a las costas de Florida, se transformaría en un poderoso huracán.

Ocurre algo importante: todas las previsiones modelísticas que se basan todavía en una onda tropical, tienen una incertidumbre enorme. A pesar de las previsiones, estos sistemas meteorológicos son delicados.

No dejan de ser semillas precursoras de lo que puede llegar a ser un gran huracán. Pero hasta que no muestran claros síntomas de organización las previsiones han de cogerse con pinzas y darles una interpretación meramente orientativa.

Permaneceremos atentos a su evolución.