La temporada de incendios forestales en Nueva Gales del Sur, Australia, generalmente se extiende de octubre a marzo. Habiendo transcurrido solo un mes después de la temporada 2019, los informes de noticias dicen que la cantidad de área quemada ya ha superado la de los últimos dos años combinados.

Los incendios, vistos desde el espacio.

La reciente serie de incendios es visible en esta imagen (arriba), adquirida a las 2:30 p.m. hora local el 8 de noviembre de 2019, por el Radiómetro de Imágenes en el Infrarrojo / Visible (VIIRS) del satélite Suomi NPP del consorcio NOAA/NASA. Los incendios ardieron cerca de la costa desde el norte de Sydney hasta la frontera con Queensland. El espeso humo era conducido por los vientos reinantes hacia el sureste, sobre el Mar de Tasmania.

Tres horas después de que se adquiriera esta imagen, el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur informó de 96 incendios en todo el estado, con 57 que permanecieron sin contener. Diecisiete fueron incendios de nivel de emergencia: el nivel de alerta más alto para un incendio forestal. Según informes noticiosos, ese es el mayor número de incendios de emergencia que el estado ha visto arder a la vez.

Además de imágenes del espectro visible, los sensores montados a bordo del satélite Suomi NPP del consorcio NOAA/NASA son capaces de detectar partículas. En este caso, aquellas que están dando lugar a los densos penachos de humo. En esos momentos, 45 de los 82 incendios seguían fuera de control.

La animación de las imágenes, sin duda, pone los pelos de punta… Y también ayuda a comprender o a hacerse una idea de la magnitud del desastre.

En el momento de escribir esta entrada, muchos de los incendios siguen activos y fuera de control. Las cantidades de humo que se están emitiendo a la atmósfera, son terroríficas. Una animación, en este caso, vale más que 1000 palabras…

Pirocúmulos y cielos teñidos de rojo.

En medio del incendio, los ciudadanos de las ciudades costeras vieron cómo sus cielos se volvían rojo anaranjado y la calidad del aire se degradaba. En Port Macquarie, el índice de calidad del aire (una escala que indica los niveles de contaminación) estaba dentro de la categoría de peligro. Ese es el nivel en el que todos están en riesgo de que la contaminación afecte su salud.

A nivel del suelo, esto es lo que se están encontrando los equipos de valientes bomberos que están luchando contra las llamas.

Se han implementado prohibiciones de quemas en algunas áreas en medio de pronósticos de un clima continuo de incendios severos: temperaturas cálidas combinadas con fuertes vientos. La región también ha sido más seca de lo habitual; la falta de lluvia en Nueva Gales del Sur llevó a uno de los cinco períodos más secos de enero a octubre registrados.