Hallado un registro geológico entre Irlanda y Escocia de la era ‘Tierra bola de nieve’
Un grupo de científicos ha hallado un registro geológico entre Irlanda y Escocia de la era ‘Tierra bola de nieve’.
Se trata de una formación rocosa que ha podido ser datada de hace unos 717 millones de años, perteneciente a una era de nuestro planeta tras la cual los científicos creen que empezó la vida multicelular y con ello la vida compleja en el planeta.
¿Qué fue la era ‘Tierra bola de nieve’?
Hace unos 717 millones de años, el clima de nuestro planeta se volvió extremadamente frío, tanto que se estima que las temperaturas medias alcanzaron los cincuenta grados bajo cero y que el hielo de los polos se extendió hasta el ecuador.
Entre las distintas teorías existentes, se cree que lo más probable es que el desencadenante fuera un bloqueo de la luz solar provocado, quizás, erupciones volcánicas masivas que arrojaron aerosoles a la atmósfera o bien, algas primitivas que por algún mecanismo facilitaron la formación de nubes que reflejan la luz.
Este evento ‘Tierra bola de nieve’ pudo ocurrir al menos dos veces y ahora, un grupo de científicos de la UCL (University College London) han hallado un registro geológico de la época.
Hallado un registro geológico de la era ‘Tierra bola de nieve’
La mencionada formación rocosa se extiende por Irlanda y Escocia, concretamente en la Formación Port Askaig, compuesta de capas de roca de hasta 1,1 km de espesor.
Los expertos creen que probablemente se formó hace entre 662 y 720 millones de años durante la glaciación Sturtiana, la primera de dos congelaciones globales que se cree que desencadenaron el desarrollo de vida multicelular compleja.
Un afloramiento único
El afloramiento, descubierto en unas islas escocesas llamadas Garvellachs, es único hasta la fecha, dado que nos muestra la transición a la era ‘Tierra bola de nieve’ desde un ambiente previamente cálido y tropical, mientras que otras formaciones rocosas que se formaron en un momento similar, halladas en América del Norte y Namibia, no presentan esta transición.
Los científicos explican que toda la vida multicelular compleja, como los animales, surgió de esta congelación profunda, y la primera evidencia en el registro fósil apareció poco después de que el planeta se descongelara.
Las capas de roca expuestas en Garvellachs son únicas en el mundo
En un comunicado hecho público acerca del hallazgo, los investigadores nos cuentan que debajo de las rocas depositadas durante el frío de la glaciación de Sturt se encuentran 70 metros de rocas carbonatadas más antiguas formadas en aguas tropicales.
Estas capas registran un ambiente marino tropical con una vida floreciente de cianobacterias que gradualmente se enfrió, marcando el final de mil millones de años aproximadamente de un clima templado en la Tierra.
La mayoría de las zonas del mundo no detectan esta notable transición porque los antiguos glaciares rasparon y erosionaron las rocas que había debajo, pero en Escocia, por algún milagro, la transición se puede ver.
La glaciación Sturtiana duró aproximadamente 60 millones de años y fue una de las dos grandes heladas que ocurrieron durante el período criogénico (hace entre 635 y 720 millones de años). Durante miles de millones de años antes de este período, la vida consistía únicamente en organismos unicelulares y algas.
Después de este período, surgió rápidamente vida compleja, en términos geológicos, y la mayoría de los animales actuales son similares en aspectos fundamentales a los tipos de formas de vida que evolucionaron hace más de 500 millones de años.
Fijaos cómo un evento aún indeterminado por la ciencia (pudo ser una actividad volcánica extrema, o una actividad biológica de bacterias que generó una nubosidad elevadísima), alteró las condiciones climáticas de la Tierra de una forma bárbara. El enfriamiento de aquel planeta tropical no fue a un clima más fresco, o frío, sino directamente gélido. Se pasó de una temperatura media de 20-25 grados a – 50 grados.
Esto demuestra que si alguien piensa que el cambio climático va a suponer sólo que ciertas áreas, como España, pasen a ser más áridas y cálidas, y que tendremos menos brisa fresca en verano, puede equivocarse sobremanera si no se ataja el origen de este calentamiento. Que nadie piense que la consecuencia del calentamiento tenga que limitarse a que el Mediterráneo esté a 30 grados en verano, porque las cifras pueden no conocer límite. No es algo que vayamos a ver antes de ser ancianos, o quizá lo vean nuestros hijos o nietos, pero nada impide que el agua del mar pueda estar a 30 grados… en enero, y a 50 grados, literalmente humeando, en verano. Nada impide que en 50 o 100 años las Navidades en España sean a 70 grados. ¡Qué disparate, qué locura dices! Pues bien, más loco aún es que las temperaturas pasaran de un ambiente tropical al Ecuador congelado permanentemente.
Quiero con esto decir que si alguien supone que el cambio climático se limitará a que haga más calorcilla en ciertas regiones, se equivoca. Pueden rebasarse ampliamente los límites de lo soportable desde el punto de vista biológico. Podemos acabar (en 200 o en 500 años, o vaya usted a saber) teniendo 80 grados en Groenlandia. No es que el cambio climático nos complique la vida, sino que puede acabar impidiéndola por completo. Disiento absolutamente de los ecologistas, y creo que están equivocados en muchos de sus planteamientos, generalmente tendenciosos, pero la realidad es que sus peores previsiones para el año 2.100 se han rebasado ampliamente ya en este 2.024.
80 ºC en Groenlandia se me antojan pocos, yo diría que al menos 120 ºC no nos los quita nadie.
Curioso.