Yvonne, una borrasca muy curiosa junto a las Islas Británicas. Echando un rápido vistazo a la imagen que encabeza esta noticia, es fácil descubrir por qué.
Esta imagen era adquirida durante la tarde de ayer 24 de febrero de 2014 por el satélite Aqua de la Nasa, a través de su Espectro Radiómetro de Imágenes de Resolución Moderada (MODIS), y pasa a engordar el amplio catálogo de maravillosas imágenes que captan los satélites meteorológicos de última generación.
Si todavía no has identificado qué es lo que destaca de esta borrasca, te vamos a dar una pista: fíjate en la banda nubosa que rodea el centro de la depresión.
Esta banda nubosa, en la mitad izquierda de la imagen, se corresponde con un frente ocluido.
¿Qué es lo curioso de esta borrasca?
Por el borde interior de la curvatura del frente se observan los elementos más llamativos de la imagen, y que son los que han provocado la redacción de esta noticia: la formación de varios mesovórtices ciclónicos, propagándose también en sentido antihorario a lo largo del borde de la banda nubosa, orbitando alrededor del mesovórtice interior que coincide con el centro de la borrasca.
¿Cuál es el origen de estos mesovórtices?
Los mecanismos de su formación y su razón de ser son sumamente complejos, y están basados en diferentes fuerzas que actúan sobre las corrientes de aire en las cuales se encuentra embebida la nubosidad que da aspecto visible a estas estructuras: fuerzas de Coriolis, fuerzas centrífugas y otras.
Pero sobre todo, y para hacer más fácil la compresión del fenómeno, estos mesovórtices aparecen como consecuencia de diferencias de velocidad y dirección del viento en espacios concretos; es decir, por la cizalladura y por el régimen turbulento que caracteriza a la dinámica de fluidos.
Las diferencias de velocidades del viento asociadas a la borrasca Yvonne se hacen evidentes en la figura superior, con las barbas de vientos y el código de colores correspondientes con los niveles atmosféricos contemplados.
En esta figura se observa el momento culmen, con los mesovórtices (marcados con flechas) plenamente formados y orbitando ciclónicamente alrededor del centro principal de la borrasa, marcado con una «B». La imagen era adquirida por el satélite Meteosat 10 ayer a las 21 UTC.
Posteriormente, la borrasca comenzó a rellenarse. Las formaciones comenzaron a desaparecer y desorganizarse.
Sea como fuese, e independientemente a los mecanismos concretos físicos de su formación, una imagen que conjuga belleza y singularidad.
Mesovórtices en el ojo de un huracán.
Estos mesovórtices asociados a ciclones extratropicales de latitudes medias, guardan muchas similitudes con los mesovórtices que aparecen en los ojos de huracanes intensos e incluso se ha podido elaborar modelos que logran simularlos con éxito.
Los resultados de diversas investigaciones concluyen que su formación responde a los propios procesos de intensificación que sufren estos poderosos huracanes en los que aparecen.
Para saber más sobre este tipo de mesovórtices, te recomendamos la lectura de un interesante artículo elaborado por el investigador Lee Side, inglés, sobre mesovórtices formados en el ojo del super tifón Haiyan que devastó Filipinas.
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