27.08.13. Ayer se cumplió el 30 aniversario de las riadas que asolaron la ciudad de Bilbao, el 26 de agosto de 1983. Un episodio de lluvias torrenciales muy dañinas que aún permanecen frescas en las mentes de quienes las padecieron.
En el foro de debate hay un hilo con toda una recopilación de vídeos, que a modo de documental, cuentan los pormenores de aquella catástrofe meteorológica. Es una de las joyas que nuestro foro alberga inalterable en el tiempo. Te recomendamos encarecidamente su lectura, para conocer a fondo cómo se desarrollaron los hechos.
En esta noticia hemos querido analizar, de forma muy somera, la configuración atmosférica que dio lugar a este episodio de lluvias torrenciales, más típico de la fachada mediterránea, que de las costas bañadas por el Mar Cantábrico.
Campo isobárico de superficie (trazo blanco) y altura geopotencial de 500 hPa (colores sólidos), 26.08.83, 00 UTC.
Se da la casualidad de que, dicha configuración, tiene rasgos similares a la que actualmente de viene padeciendo en la Península Ibérica y Baleares, aunque con unos matices muy precisos que la diferencian por completo de la situación actual.
Destaca la presencia de una importante y elongada vaguada en altura, que se extendía desde los países de Europa del Este, con una depresión aislada en altura sobre el Mar de Liguria, hasta ocupar todo el norte peninsular.
500 hPa: altura geopotencial (trazo blanco) y temperatura (colores sólidos), 26.08.83, 00 UTC.
Pero observando el mapa de temperatura al nivel de 500 hPa, se descubre la presencia de un embolsamiento de aire frío con centro sobre Galicia, delatando una mayor inestabilidad sobre esa zona.
Aunque no se incluyen las figuras correspondientes a las 12 UTC, es decir, 12 horas después, el embolsamiento se propagó hacia el sureste, tomando posiciones sobre el centro de la Península.
700 hPa: altura geopotencial (trazo blanco) y humedad relativa (colores sólidos), 26.08.83, 00 UTC.
Muy destacable, así mismo, eran los niveles de humedad, muy altos en el Golfo de Vizcaya, aunque también en otros puntos del cuadrante noreste peninsular.
Notar que también se producirían tormentas de intensidad dentro de la mitad oriental durante ese mismo día y en horas posteriores.
En la figura inicial, con el campo isobárico, destaca la presencia de líneas isóbaras sobre el Mar Cantánbrico que hace pensar que durante esa jornada hubo un flujo húmedo de vientos de componente norte aportando humedad procedente del Golfo de Vizcaya, y puesto en juego con la inestabilidad aportada tanto por vaguada como el embolsamiento de aire frío en altura.
Los datos oficiales hablaron de 50 fallecidos, con observatorios meteorológicos recogiendo lluvias diluviales: destaca Larrasquitu (vizcaya) con 503 mm. (Riesgos Climáticos en la Península Ibérica, por Jorge Olcina).
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