Una investigación relaciona el aumento de la contaminación con el de las tormentas eléctricas

Un estudio de investigación realizado por científicos estadounidenses ha relacionado el aumento de la contaminación en la atmósfera con el incremento de las tormentas eléctricas.

El trabajo sugiere que las partículas contaminantes propician tanto la formación de las nubes de tormenta como la mayor facilidad para que se generen las descargas eléctricas en el seno de los cumulonimbos.

Aunque la investigación ha sido realizada en un ámbito geográfico norteamericano, los científicos indican que estas conclusiones pueden extenderse a otras zonas del planeta.

Más contaminación, más tormentas

La investigación se llevó a cabo analizando distintas variables en los entornos de las tormentas eléctricas en las regiones metropolitanas de Washington, D.C. y Kansas City.

Se estudiaron los datos meteorológicos y las concentraciones de aerosoles horarios en un total de 196.836 y 310.209 tormentas eléctricas para Washington, D.C. y Kansas City respectivamente, cruzando ambas bases de datos. El tiempo de análisis se extendió a un período de 12 años.

Aunque la evidencia sugiere que los entornos de tormentas eléctricas de temporada cálida en condiciones sinópticas benignas son considerablemente diferentes en termodinámica, propiedades de aerosoles y concentraciones de aerosoles, la intensidad de las tormentas eléctricas, medida por los recuentos de los rayos, parece estar regulada por relaciones termodinámicasaerosoles similares a pesar de las diferencias en los entornos ambientales

La concentración de aerosoles influye en la aparición de tormentas eléctricas

El estudio explica que, al examinar los entornos de iniciación de tormentas eléctricas, existen relaciones positivas estadísticamente significativas entre la energía potencial convectiva disponible (CAPE) y los recuentos de las descargas eléctricas.

Increíble trío de rayos tierra a nube (rayo paraguas) fotografiados el 20 de mayo de 2017 en Oklahoma City, USA, por Max Olson.

En otras palabras, la concentración de aerosoles también parece ser una cantidad más importante que el tamaño de las partículas para el aumento de relámpagos.