Cambios en la cobertura de nubes amplifican el calentamiento global

Un estudio de investigación ha constatado que los cambios en la cobertura nubosa tienen un impacto importante en el calentamiento global.

En concreto, los científicos han hallado cambios asimétricos en la capa de nubes terrestre, de forma que disminuyen más durante el día que por la noche y ello provoca que el efecto de calentamiento global se amplifique durante las horas nocturnas.

La investigación ha sido realizada por científicos de la Universidad de Leipzig en Alemania y de la Universidad china de Sun Yat-sen.

La cobertura nubosa y su efecto en el calentamiento global

Los autores del estudio han explicado que durante las horas diurnas la capa nubosa refleja la luz solar hacia el espacio, por lo que ello contribuye a enfriar la superficie de la Tierra.

Sin embargo, durante la noche, provocan un efecto invernadero en la superficie terrestre, atrapando el calor.

En definitiva, las nubes tienen un papel fundamental en la regulación de la temperatura en el planeta.

Más disminución durante el día que durante la noche

Y puesto que la cobertura de nubes está disminuyendo más durante el día que durante la noche a escala global, se está produciendo una evidente mengua del efecto albedo de onda corta durante el día y a un aumento del efecto invernadero de onda larga durante la noche.

El trabajo de investigación demuestra que esta asimetría causa un ciclo de retroalimentación positiva que amplifica el calentamiento global.

¿A qué se debe el cambio asimétrico en la evolución de la cobertura nubosa?

Para los científicos la asimetría diaria de la cobertura de nubes se debe atribuir a varios factores.

Seguramente la principal causa sea la creciente estabilidad de la troposfera inferior como resultado del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero.

Esto implica que hay menos probabilidades de que las nubes se desarrollen durante el día, mientras que se mantienen estables o incluso aumentan durante la noche.

A lo largo del día, la radiación solar es más fuerte y es precisamente cuando se observas una mayor reducción de las nubes.

En cambio, durante la noche, cuando la superficie de la Tierra normalmente se enfría, al retener la cobertura de nubes el calor y, se puede amplificar el efecto invernadero.

¿Cómo realizaron el estudio?

Para llegar a esta conclusión los científicos se basaron en observaciones satelitales y datos de la sexta fase del Proyecto de Intercomparación de Modelos Acoplados (CMIP6). Dichos modelos cubren datos históricos desde 1970 hasta 2014 y proyecciones hasta el año 2100.

La conclusión de esta investigación estudio exige una necesidad aún mayor de reducir los gases de efecto invernadero, ya que la cobertura de nubes no solo responde al calentamiento, sino que también lo amplifica a través de este nuevo efecto.