Los molinos de viento se comportan como generadores de rayos tierra–nube… o mejor dicho: aerogenerador-nube.
Según un estudio de investigación realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña dirigido por Joan Montanyà, las palas de los aerogeneradores se comportan como cebadores cuando las condiciones atmosféricas son de tormenta.
La rotación de los aerogenadores
El vídeo en time-lapse que acompaña la noticia nos muestra una secuencia en la que se observa como las aspas de los aerogeneradores son capaces de generar descargas eléctricas a la atmósfera.
Según los investigadores, la rotación de las aspas de los molinos de viento provoca cambios en el campo eléctrico de la atmósfera que rodea los campos de los molinos, lo que en una atmósfera tormentosa se traduce en el inicio de un futuro rayo.
En el trabajo se relata que en los campos de molinos se habían detectado rayos tanto de nube a tierra como viceversa, aunque en este caso es llamativo el gran número de rayos de tierra a nube detectados, algo poco común.
Canales ionizados en el aire
Cuando las cuchillas de las aspas en rotación a gran velocidad golpean el aire cargado de electricidad de un ambiente tormentoso, se produce un canal ionizado en el aire futuro ramal por el que el rayo ascenderá buscando la nube.
De hecho, es frecuente que los campos de molinos de viento cuenten con pararrayos para tratar de proteger los daños producidos en los aparatos.
Lee el estudio completo en este documento PDF.
Este tipo de rayos se producen con poca frecuencia en las tormentas, aunque su espectacularidad hace que sean una ‘caza’ preciada por los aficionados a la fotografía de tormentas. Un ejemplo es esta pareja de rayos paraguas fotografiado por Eloy Muñoz en el Puerto de Málaga.
Un rayo tierra-nube en una torre del Puerto de Málaga
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