La NOAA emitió ayer su previsión para temporada de huracanes en el Atlántico para el año 2014, informando que espera un año con una actividad normal o ligeramente por debajo de lo normal.
Recordemos que este verano debe comenzar un ciclo de El Niño que se vaticina como uno de los más intensos de las últimas décadas, factor determinante en el pronóstico de la temporada de huracanes pues la temperatura de las aguas tropicales es uno de los ingredientes fundamentales para el desarrollo de los sistemas tropicales.
Previsión para 2014
Los pronósticos de actividad ciclónica emitidos por la NOAA indican que se desarrollarán de ocho a trece tormentas y de tres a seis huracanes. Dos de dichos huracanes podrían llegar a ser de Categoría 4 ó 5, los más devastadores.
Como referencia, una temporada media suele arrojar doce tormentas tropicales, seis huracanes y dos huracanes mayores.
Inminente arranque de la temporada
Oficialmente, la temporada de huracanes se desarrolla entre el 1 de junio y el 30 de noviembre aunque en muchas ocasiones los sistemas tropicales aparecen antes o después de estas fechas.
Las previsiones de la Universidad de Colorado
Desde la Universidad de Colorado, donde los expertos dirigen un grupo de trabajo para prever la intensidad ciclónica en la cuenca atlántica, también fue emitido días atrás un pronóstico, que hablaba de una temporada de 2014 poco activa.
Un avión cazahuracanes
Concretamente, su previsión indicaba la aparición de 11 ciclones tropicales con nombre, de los cuales 9 llegarían a la categoría de tormentas tropicales, 3 a la de huracanes moderados (categorías 1 o 2 en la Escala de Saffir- Simpson) y 1 huracán intenso (categoría 3, 4 o 5).
Desde este centro de previsión indican que 2014 podría tener un comportamiento similar a los de 2006, 2009, 1997 o 1982.
La influencia de El Niño
Como sabemos, el ciclo climático de El Niño provoca que la cizalladura del viento sea más fuerte, lo que provoca una reducción en el número de sistemas tropicales así como una disminución de la intensidad de las tormentas tropicales y huracanes.
Además, El Niño favorece el establecimiento de los vientos alisios, lo que hace aumentar la estabilidad atmosférica en el Atlántico tropical, semillero de muchos de los huracanes que pululan por el Atlántico cada año, por lo que es más difícil la generación de ondas tropicales africanas que salgan de sus costas, se intensifiquen y lleguen a convertirse en tormentas tropicales.
Escala Saffir-Simpson
Recordemos que para medir la intensidad de los huracanes se emplea la Escala de Saffir–Simpson, la cual fue modificada hace algo más de dos años, con el objetivo de realizar una conversión de las unidades de medida empleadas para estimar la velocidad del viento más sencilla.
Puesto que se suelen emplear kilómetros por hora (Km/h), nudos (kt) y millas por hora (mph) y la anterior escala inducía a errores a la hora de redondear los valores de velocidad del viento en los límites entre las distintas categorías, se ordenó la escala con los siguientes rangos:
Referencia: http://www.noaanews.noaa.gov/stories2014/20140522_hurricaneoutlook_atlantic.html
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