El agua del mar nos sorprende cada día con colores diferentes

El agua del mar nos sorprende cada día con colores diferentes, casi siempre en una amplia gama de los azules, aunque a veces, observamos tonos verdosos, grises, marrones, rojizos

La nubosidad dominante, la profundidad de esas aguas, el aporte de los ríos, el oleaje, la presencia de algas o incluso la estación del año pueden condicionar el color de los océanos y mares.

Los colores del mar

No cabe duda de que si nos preguntan ¿cuál es el color del mar? La respuesta que se nos viene antes a la cabeza es el azul.

Pero ¿qué azul? Porque es difícil que cada jornada se repita un tono o incluso que en la inmensidad del mar abierto observemos en un momento dado el mismo color.

Como hemos dicho antes, hay muchos factores que favorecen tal policromía.

Los muchos factores que cambian el color del mar

El primer factor que debemos atender es la física-química del agua. La temperatura y los componentes químicos u orgánicos del mar provocan diferencias en la propagación de la luz a través del agua.

Y hablando de la luz, la altura del sol según la estación del año, la cobertura nubosa y el momento del día implican que los rayos de luz entren de forma diferente y cambie el color del mar.

En este sentido, la turbiedad del mar también influye en su color. En las épocas de lluvias, es usual ver el mar marronáceo en las zonas costeras.

Los aportes fluviales, en épocas de inundaciones, pueden dejarnos riadas de barro rojas. Y la eclosión de ciertos tipos de algas, provocar la aparición de manchas entre rojizas y anaranjadas o bien de la gama verdosa.

El desove de algunos peces puede también modificar de forma llamativa el agua en zonas reducidas.

Colores más habituales

En aguas abiertas, profundas, el color dominante es azul. Esto se debe a que el volumen de agua es tan grande que suele haber una menor concentración de partículas contaminantes o naturales enturbiando esa masa de agua.

Las moléculas del agua absorben primero la luz roja y ultravioleta, y después los colores amarillos, verdes y violetas. Puesto que la luz con menor absorción es la azul, ese es el aspecto que toma el mar de forma más habitual.

Los tonos verdes a pardo-rojizos o grisáceos son los predominantes en las zonas costeras.