Imagen visible de la tormenta tropical BUD 02E, 22.05.12, 23:45 UTC.

Imagen visible de la tormenta tropical BUD 02E, 22.05.12, 23:45 UTC.

23.05.12. Las temporadas huracanes de 2012 tanto del Pacífico Noreste como del Atlántico Norte (que aún no ha empezado oficialmente), siguen deparando muchos datos interesantes.

Si el lunes la noticia estaba en que era la primera vez desde que se tienen registros, que se forma una tormenta tropical antes de temporada, en un mismo año, en ambas cuencas oceánicas, ayer un nuevo récord saltaba con el nacimiento de BUD.

Y es que, según el Centro Nacional de Huracanes de Florida, la fecha de nacimiento de BUD se ha convertido en la más temprana, desde que se tienen registros, para la segunda tormenta tropical de la temporada. El récord anterior correspondía al día 29 de mayo… por lo que a partir de ahora será el 21 de mayo.

Respecto a la evolución de la tormenta tropical, que se suponía como un peligro potencial para México según los modelos meteorológicos que le llevaban a impactar como huracán en sus costas, ahora estas probabilidades han disminuido.

Las causas radican en que el ciclón se ha resistido a seguir el ritmo de intensificación que le pronosticaban los modelos meteorológicos ayer… Así, la cizalladura vertical del viento no ha evolucionado como se esperaba, siendo mayor de lo pronosticado, e inhibiendo un desarrollo más rápido.

La falta de verticalidad del sistema, además de impedir una intensificación más rápida, también ha sido origen de variaciones en su movimiento de traslación, cambiando ligeramente su ruta.

Con todos estos factores, además de la disminución del contenido en energía de las aguas por las que se va a mover, el resultado es que es posible que ni siquiera alcance la categoría de huracán.

Ahora mismo se espera que, como mucho, BUD impacte en las costas mexicanas como tormenta tropical. El riesgo no es el mismo, al menos en cuanto a intensidad de los vientos, pero será necesario no bajar la guardia en el caso de su capacidad para generar lluvias torrenciales, con las consecuentes inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.