Enorme adveccion de polvo sahariano cubre el Atlantico Tropical. Durante los últimos días, toneladas de polvo en suspensión procedente del Desierto de Sáhara han viajado sobre aguas tropicales del Atlántico, hasta alcanzar el Caribe Oriental.
En la imagen que encabeza esta noticia, puede distinguirse el polvo en suspensión en las amplias zonas coloreadas de un tono rosáceo, gracias a la imagen en modo infrarrojo y falso color RGB adquirida por el satélite Meteosat 10 hace dos días, el miércoles 25 de junio de 2014, a las 10:45 UTC.
El polvo en suspensión también se distinguía perfectamente a través del canal visible del satélite TERRA (sensor MODIS) en sus sucesivas pasadas sobre el área de interés, en la figura superior.
Estas enormes tormentas de polvo tienen origen en el Desierto del Sáhara y zonas próximas; durante los años en que la pluviometría en estas áreas se encuentra por debajo de lo normal, obviando los exiguos o nulos valores propios del desierto, es más sencillo que sistemas atmosféricos relacionados con bajas presiones o tormentas convectivas, terminen provocando la elevación del suelo y suspensión de toneladas de polvo.
Este polvo termina incorporándose a la corriente general del este que fluye en esta parte del planeta, internándose en las aguas tropicales del Atlántico, cuna de los poderosos huracanes tipo Cabo Verde, conocidos por su largo recorrido hasta el Caribe o la Costa Este de Estados Unidos, y su potencial destructivo.
Esta zona se la conoce como Región de Desarrollo Principal, RDP, o por su denominación en inglés, Main Development Region, MDR.
Estas advecciones de polvo sahariano a escala sinóptica suponen la movilización de masas de aire que, además de contener toneladas de polvo, son también muy secas y estables.
Se las conoce por las siglas SAL, Saharian Air Layer, y tienen un impacto directo en las temporadas de huracanes del Atlántico, por su conocido efecto inhibidor (actúa sobre los gérmenes de ciclones tropicales, impidiendo su organización o evolución, erosionando su convección y destruyéndolos; o bien sobre ciclones tropicales organizados, destruyéndolos).
La Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos, más conocida por sus siglas en inglés EUMETSAT, ha publicado un vídeo en que se observa la evolución de esta tormenta de polvo, muy reveladora en este sentido.
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Si prestamos atención al momento en que el polvo emerge de África para internarse en el Atlántico, nos daremos cuenta de cómo la sequedad de la masa de aire consigue disipar la nubosidad marítima según va avanzando.
Este aire seco, en un sistema de baja presión tipo germen de ciclón tropical, tiene un efecto similar: afecta a la convección, de modo que las corrientes descendentes en las tormentas se hace las dominantes, provocando su muerte.
En un ciclón tropical maduro, los efectos del aire seco penetrando en su circulación a modo de virus, se ponen de manifiesto cuando se observan en superficie la formación de numerosos frentes de racha expandiéndose hacia afuera de su circulación, provocando una disminución de la convección, y soliendo dejar desnudo el centro de circulación en niveles bajos si se combina con cizalladura vertical del viento creciente.
Este es uno de los motivos por los cuales, a pesar de que la temporada de huracanes comenzó el pasado día 1 de junio, todavía no se ha formado ningún ciclón tropical.
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