Sequía en España

06.03.12. En los últimos meses las precipitaciones están brillando por su ausencia en la gran mayoría de las regiones españolas. Tras dos años hidrológicos positivos en gran parte de nuestro territorio, el otoño-invierno de 2011/12 está mostrándose bastante más seco de lo normal. En los medios de comunicación la palabra sequía aparece con cada vez más frecuencia y ya copa titulares en los distintos canales informativos. ¿Está justificada esta alarma?

La respuesta es .

El mapa que abre esta noticia, nos muestra el valor de un índice de sequía denominado Índice de Precipitación Estandarizado (SPI, sigla de su nombre en inglés: Standardized Precipitation Index) para el presente año hidrológico, confeccionado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

En él podemos comprobar como destaca el carácter extremadamente seco de la temporada en buena parte del archipiélago canario así como en bastantes comarcas del Este de La Mancha, Este y Suroeste de Castilla-León, zonas de Madrid, Galicia, La Rioja o Navarra.

Gran parte de la zona Centro, Centro-Norte, Norte de Andalucía y Nordeste de Galicia o Norte de Aragón se mueven en un carácter muy seco.

El resto del territorio presenta un año moderadamente seco o normal.

El SPI para el mes de febrero queda así:

Sequía en España

 

El SPI para el trimestre diciembre-febrero se muestra de esta forma:

Sequía en España

 

Como comparativa con los años hidrológicos anteriores, el SPI del acumulado en los dos últimos años es este:

Sequía en España

 

Y el SPI del acumulado en los tres últimos años es este:

Sequía en España

Según podemos leer en la guía interpretativa de AEMET, este índice de sequía SPI se define como un valor numérico que representa el número de desviaciones estándar de la precipitación caída a lo largo del período de acumulación de que se trate, respecto de la media, una vez que la distribución original de la precipitación ha sido transformada a una distribución normal.

De este modo se define una escala de valores que se agrupa en tramos relacionados con el carácter de la precipitación.

Este índice fue diseñado con objeto de dar cuenta de las distintas maneras en que el déficit de precipitación afecta a los diferentes sistemas de recursos hídricos (humedad del suelo, aguas superficiales, aguas subterráneas, etc.).

Según Francisco Sánchez Gallardo, «la sequía meteorológica puede definirse en función del grado de falta de agua, expresado a través de la reducción porcentual con respecto a la pluviometría media anual o estacional a largo plazo.

Esta definición admite múltiples variaciones, puesto que su significado puede ir ligado a las condiciones propias de una región y depende de la actividad humana en relación a la cual se valora la pluviometría. La sequía agrícola se refiere a una situación tal que la escasez de humedad en el suelo, durante un tiempo no excesivamente largo, produce un daño particular en un determinado cultivo.

La sequía hidrológica ocurre cuando el suministro de agua en la superficie y en el subsuelo es inferior a lo normal. El aspecto socioeconómico de la sequía surge cuando el suministro de agua es tal que empieza a afectar a la población

Desgraciadamente, de momento, las previsiones no apuntan a que se pueda mejorar el balance pluviométrico y la temporada de lluvias empieza a llegar a su fin.

AEMET nos facilita la compresión de la evolución de la sequía en las distintas comarcas españolas a través de este apartado que hay abierto en su web.

El efecto sobre la vegetación es evidente, como estamos destacando en nuestro foro de debate a través de esta recopilación de imágenes satelitales.

Puedes ampliar toda esta información a través de este enlace, en el que mantendremos actualizada la información sobre la sequía que está padeciendo nuestro país.