Nuevos centros de observación para mejorar los modelos de predicción climática

25.11.13. El Centro de Investigación Climática del programa de medición de la radiación atmosférica de Estados Unidos (ARM) ha puesto en marcha nuevos puntos de observación de la atmósfera con el objetivo de mejorar los modelos de predicción del clima.

El ARM se trata del centro de observaciones terrestres más importantes del mundo en materia de investigación sobre el cambio climático, puesto que cuenta con diversos centros de medición estacionarios y móviles equipados con complejos instrumentos para estudiar los efectos que tienen las nubes y los aerosoles en las condiciones climáticas y meteorológicas.

Los centros de medición móviles con que cuenta el ARM pueden desplegarse prácticamente en cualquier parte del planeta y lo hacen normalmente en períodos de seis meses a dos años. Ahora entran en funcionamiento dos nuevos en Oliktok (Alaska) y en las Azores.

El ubicado en el Océano Ártico, a 322 Km al sudeste de la isla de Barrow (Alaska) se trata de un lugar inhóspito. No en vano se trata de la ciudad más aislada de América del Norte y allí las temperaturas en octubre (por ejemplo) oscilan entre los -5,5 ºC y los -10,56 ºC.

Nuevos centros de observación para mejorar los modelos de predicción climática

Un lugar idóneo para realizar diferentes observaciones, no solo desde tierra sino mediante aeronaves tripuladas y no tripuladas sobre el hielo marino, globos sonda y globos aerostáticos… Más de 20 tipos de instrumentos al servicio de la evolución del clima de la zona.

Por su parte, la estación de Azores, tratará de estudiar la evolución de la cobertura nubosa, en especial la de los bancos de estratocúmulos marinos.

 “Estas nubes se encuentran en la capa límite marina, que en cierto sentido es donde el océano se une con el cielo, donde el calor y el agua evaporada que se elevan desde el océano se encuentran con el aire que fluye libremente a través de la atmósfera. Es un lugar donde las cosas cambian y, en consecuencia, donde abundan las incertidumbres” indicó un responsable del ARM en la presentación de la instalación de dicha estación.

El hecho de estudiar estos bancos de nubes bajas, estriba en que son bastante sensibles las concentraciones de aerosoles y a los gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Con los datos obtenidos de estos dos centros de observación, se pretenden corregir los errores producidos por los modelos climáticos. Comprobaremos su eficacia en los próximos años.