Cuantificado el efecto de la isla de calor urbana en las olas de calor

Cuantificado el efecto de la isla de calor urbana en las olas de calor

La isla de calor que provocan las ciudades, sobre todo, las grandes urbes, aumentan la intensidad de las olas de calor.

No cabe duda de que la temperatura global de nuestro Planeta ha aumentado en las últimas décadas. Y tampoco hay discusión acerca de que las zonas urbanas crean las llamadas ‘islas de calor’, áreas donde la temperatura aumenta debido a la actividad humana y a la acumulación de ciertos materiales absorbentes de calor que proliferan en las ciudades.

Ahora, un estudio de investigación ha cuantificado el efecto de la isla de calor urbana en el calentamiento global del Planeta, y en concreto en la intensidad de las olas de calor, usando diversos modelos matemáticos que simularon con detalles los cambios de temperatura que estamos sufriendo en los últimos años.

El efecto isla de calor urbana adelanta la primavera 6 días

El efecto isla de calor urbana adelanta la primavera 6 días

El efecto isla de calor que provocan las grandes ciudades está adelantando la llegada de la primavera una media de 6 días.

Gracias al análisis realizado en una gran cantidad de imágenes satelitales, un grupo de científicos ha podido cuantificar ese cambio de patrón vegetativo, propiciado por el aumento de la temperatura en las grandes urbes.

Hace unos meses, nos hicimos eco de otro trabajo que demostraba el aumento de la intensidad de las olas de calor en las ciudades o en el descenso del número de nevadas.

Los rayos contribuyen a limpiar la atmósfera

Los rayos contribuyen a limpiar la atmósfera

Una investigación ha demostrado que los radicales hidroxilo e hidroperoxilo liberado por los rayos durante las tormentas eléctricas, contribuyen a limpiar la atmósfera.

Cada descarga rompe las moléculas de nitrógeno y oxígeno presentes en la atmósfera, creando estas sustancias químicas reactivas que se combinan con los gases de efecto invernadero.

Concretamente, lo hacen las descargas sub-visibles, las que no pueden verse con cámaras ni a simple vista, las cuales producen cantidades extremas del radical hidroxilo – OH – y del radical hidroperoxilo – HO2.