Primera imagen transmitida por el satélite NPP

 

11.11.11. Como informábamos semanas atrás, el pasado 28 de octubre la NASA puso en órbita un nuevo satélite meteorológico (NPP). Cuenta con cinco instrumentos de última generación, para medir diversas variables meteorológicas y ambientales que ayuden a realizar una mejor previsión a corto plazo de fenómenos adversos y a largo plazo sobre la evolución climática. Ayer se hizo pública la primera imagen transmitida por dicho satélite el pasado 8 de noviembre.

Concretamente, se trata de la imagen recibida a través del instrumento de sondeo mediante tecnología avanzada de microondas a bordo del NPP (National Polar-orbiting Operational Environmental Satellite System Preparatory Project).

La captura, que podéis ver ampliada en este enlace, muestra el canal de datos que mide el vapor de agua en la atmósfera inferior. Corresponde a la mañana del 8 de noviembre y entre otras situaciones meteorológicas, nos dibuja la localización de la tormenta tropical Sean, que se aprecia como una zona de color azul oscuro en el Atlántico, frente a las costas del sureste de Estados Unidos.

En nuestro entorno se refleja la llegada de un frente nuboso las bajas presiones que pululaban por el Atlántico esa jornada.

Este instrumento, denominado ATMS, es uno de los cinco a bordo del NPP. Hasta mediados de diciembre se activará paulatinamente el resto de instrumentos.

Según podemos leer en la notificación realizada por el NOAA en el día de ayer, en palabras de Louis Uccellini, director de los Centros Nacionales para la Predicción del Medio Ambiente de la agencia meteorológica estadounidense «Los datos del NPP mejorarán nuestras habilidades de previsión a 5 y a 7 días antes de los eventos climáticos extremos, como huracanes, brotes de clima severo».

Un radiómetro de microondas pasivo, el instrumento ATMS puede recoger los datos incluso cuando está nublado. En combinación con la sonda de infrarrojos CRIS, también a bordo del NPP, van a producir conjuntos globales de alta resolución de perfiles de temperatura y humedad que se utilizan para la previsión y el estudio del clima.

Además del radiómetro y la sonda de infrarrojos, NPP lleva tres sensores más de última generación que proporcionan información crítica relativa a largo plazo de los patrones del clima y ayudarán a los meteorólogos mejorar a corto plazo las previsiones meteorológicas. Durante los cinco años de vida útil del satélite, la misión estudiará hasta 30 factores clave a largo plazo que la NASA ha estado siguiendo, incluyendo mediciones de la capa de ozono, y la cobertura del suelo y el hielo.