Reconstruidas las tormentas más intensas de los siglos XIV al XX

Científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales han realizado un fantástico trabajo de investigación climática: la reconstrucción de la intensidad y frecuencia de las tormentas que se produjeron en el Nordeste de la Península Ibérica entre 1347 y 2012.

Para ello han hecho uso del registro sedimentario existente en el Lago Montcortès, ubicado en el Pirineo catalán. Un sugerente trabajo paleoclimático del que os hablamos a continuación.

La clave: el registro sedimentario

Para saber qué tormentas severas se encadenaron en aquella zona de la Península Ibérica los científicos han hecho uso del registro sedimentario de este lago pirenaico.

De forma parecida a la información que ofrecen los anillos de los árboles, en el sedimento de los lagos se pueden estudiar las fluctuaciones climáticas analizando el espesor, la composición y la textura de los diferentes depósitos acumulados en el fondo.

Así, cuando se produce un episodio de lluvia torrencial, la cantidad de sedimento arrastrado desde la cuenca de recepción aumenta, depositándose en el lago, lo que queda reflejado como una capa de gran espesor.

Reconstruidas las tormentas más intensas de los siglos XIV al XX

Los depósitos generados por las tormentas

Según Pablo Corella, investigador del MNCN  y Blas Valero del CSIC a partir del análisis sedimentológico, geoquímico y geofísico de los sedimentos recientes del lago al correlacionarlos con los datos de precipitación de las últimas décadas, se ha logrado establecer  el umbral mínimo de precipitación para cada evento extremo meteorológico (considerando aquellos que tienen un periodo de retorno de cinco años) en 90mm/m2.

El siglo XIX el período más tormentoso

Entre las conclusiones del trabajo se ha descubierto que el siglo XX fue el periodo con menor número de tormentas extremas, mientras que el final del siglo XIX se trata de la época en la que más tormentas intensas se produjeron.

La influencia de la NAO

Por último, el estudio revela que existe una conexión entre el índice NAO y la frecuencia de las tormentas intensas. Cuando la NAO es positiva hay menos tormentas mientras que cuando el índice es negativo hay más eventos extremos en el Mediterráneo español.

Reconstruidas las tormentas más intensas de los siglos XIV al XX

Referencia: http://www.journals.elsevier.com/quaternary-science-reviews/