Nevada en Londres

Nevada en Londres.

23.12.11. Recuperamos la mirada hacia el Ártico, para seguir insistiendo en la importancia que tienen sobre la meteorología de Europa y el resto de continentes del Hemisferio Norte, los cambios que se producen en la atmósfera Ártica.

Esta vez, retrocedemos en el tiempo hasta los inviernos de 2009 – 2010 y 2010 – 2011, por constituirse en magníficos ejemplos de qué puede ocurrir, en términos meteorológicos, sobre Europa, Asia y Norteamérica, cuando la atmósfera ártica se calienta de forma anómala.

De nuevo, tomamos como referencia, un otra excelente entrada (en inglés) del blog del Meteorólogo americano Jeff Masters, de título «Ártico caliente; continentes fríos«.

Científicamente, son numerosos los estudios que relacionan inviernos muy duros, con frecuentes temporales de viento, frío, nieve y lluvia en Europa, Asia y Norteamérica, cuando se producen calentamientos anómalos en el Ártico, debido a la formación de altas presiones muy persistentes. Este calentamiento se hace síntoma claro cuando se produce en la baja Estratosfera, recibiendo la denominación de calentamiento súbito estratosférico.

La situación normal en esta zona del planeta es aquella dominada por las bajas presiones en invierno. De este modo, el Polo Norte se ve rodeado por una circulación de vientos contraria al movimiento de las agujas de un reloj (movimiento ciclónico). Esta circulación da origen al Vórtice Polar.

Sin embargo, durante el invierno de 2009 – 2010, las bajas presiones en la zona fueron sustituidas por altas presiones, haciendo que el vórtice polar se debilitara e incluso que se invirtiese en algunos momentos, con una circulación de vientos del mismo sentido que las agujas de un reloj (movimiento anticiclónico). Esta especial configuración puede observarse en la siguiente imagen, correspondiente a ese invierno.

Anomalía de presión atmosférica a nivel de la superficie, entre el 01.01.10 y el 05.03.11

Anomalía de presión atmosférica a nivel de la superficie en el Hemisferio Norte, entre el 01.01.10 y el 05.03.11. Crédito: NCEP.

Este cambio de sentido de circulación de los vientos en el vórtice polar durante el invierno sólo ha ocurrido otras 4 veces en los últimos 160 años.

Este patrón inusual favoreció la expansión de masas de aire muy frío desde el Ártico hacia latitudes septentrionales, mientras las masas cálidas fluían hacia el Polo.

Las consecuencias son por todos recordadas: nevadas récord en zonas de Estados Unidos, también en el Reino Unido y otros puntos de Europa y Asia, y lluvias diluviales, con diversos récords, durante los meses de diciembre, enero y febrero y en la Península Ibérica, Baleares, y también en otras zonas de Francia e Italia.

Íntimamente relacionado con estas anomalías en los campos de presión atmosférica a nivel de superficie, en el cuarto hemisférico que implica a la mitad oriental de Estados Unidos y a la Península Ibérica, es la Oscilación del Atlántico Norte, conocido con las siglas NAO, que hacen referencia a North Atlantic Oscillation. La NAO es un patrón climático del Atlántico Norte de las fluctuaciones de las diferencias de presión atmosférica a nivel de la superficie entre la Borrasca de Islandia y el Anticiclón de las Azores. El índice NAO mide dichas diferencias de presión en términos numéricos, tomando valores negativos cuando las presiones son más bajas en Azores que en Islandia, y positivas cuando suicede lo contrario.

Durante aquél invierno 2009 – 2010, la NAO mostró la configuración más extrema en los últimos 145 años, tomando valores negativos de récord. Para ello hemos confeccionado una gráfica que compara la evolución de los índices NAO en términos medios para cada trimestre de los años 2008, 2009 y 2010, según los datos de la University Corporation for Atmospheric Research. En este caso, el índice está calculado en base a las diferencias de presión entre Ponta Delgada (Azores) y Stykkisholmur/Reykjavik (Islandia).

Evolución trimestras del índice NAO

Evolución trimestral del índice NAO para 2008, 2009 y 2010. Fuente: UCAR.

Dicha evolución también está registrada por el NOAA americano. Recogemos la gráfica con la evolución histórica del índice hasta la actualidad. Se ha señalado la anomalía negativa con una flecha vertical de color naranja.

Evolución de la NAO según el NOAA americano

Evolución del índice NAO, según el NOAA americano.

Por lo tanto, se pone de manifiesto lo íntimo de la relación calentamiento ártico con una NAO-, y los efectos de ambos en el tiempo en Europa en las temporadas invernales. Sin embargo, situaciones tan extremas como la aquí representada con el histórico invierno 2009 – 2010, es difícil que se produzcan en términos estadísticos. Veremos qué nos depara el futuro, en cualquier caso.