Temperatura (colores sólidos) y altura geopotencial, a 10 hPa. Crédito: NOAA - CPC

Temperatura (colores sólidos) y altura geopotencial, a 10 hPa. Crédito: NOAA – CPC.

09.04.11. Desde hace tiempo, en términos meteorógicos, se sabe que hay una fuerte relación entre lo que ocurre en la Estratosfera y lo que ocurre en la Troposfera. Es lo que se conoce como teleconexiones, lo que supone entrar en un terreno bastante complicado y escarpado. Así, durante el invierno, el vórtice circumpolar debe de alcanzar su máxima actividad mientras que, en verano, se invierte. Todo esto, hablando del Hemisferio Norte. En las últimas jornadas, estamos asistiendo a un evento de calentamiento estratosférico bastante acusado.

Tanto es así que, atendiendo a los datos que proporciona el Centro de Predicción del Clima del NOAA americano, descubrimos que este evento calentamiento supone un récord desde que se tienen datos, desde 1979. En el mapa elegido para encabezar esta noticia se observa la localización del calentamiento, prácticamente ocupando el centro del Polo Norte, y que aparece dibujado con una gama de colores sólidos que va del gris (más cálido) al amarillo (menos cálido) pasando por el color rojo. La zona con temperaturas más frías aparece como un cinturón en colores verdosos. Hay que destacar que, durante el invierno y con un vórtice circumpolar muy activo, la situación sería inversa, con una acumulación de frío cerca del Polo Norte.

Si prestamos atención al campo de isohipsas (líneas de trazo negro) en la misma imagen, se detecta una estructura de dipolo, con un vórtice ciclónico sobre Europa Oriental – Asia y uno anticiclónico sobre el Pacífico Norte, ambos cerca de latitudes polares.

No sabemos muy bien las consecuencias de este calentamiento estratosférico del que nos hacemos eco, en términos de la meteorología que sucede en Europa Occidental, pero tenemos entendido, no sabemos si correctamente o incorrectamente, que estos calentamientos provocan una disminución de la zonalidad de los vientos y esto puede querer decir que podemos entrar en un periodo de tiempo en que se formen vaguadas plantetarias profundas que puedan derivar en borrascas frías aisladas y eventos de depresiones aisladas en niveles altos pero… ¿Coincidirán sus posiciones con la localización de la Península Ibérica? ¿Provocarán cambios a mayor escala dentro de Europa Occidental? ¿Quizá alguna expansión tardía de aire frío polar?

Permaneceremos atentos a ver qué sucede, aunque es poco probable y seguramente que no será lo más adecuado, establecer una relación directa causa – efecto.