Perspectivas del tiempo en el trópico, 22.08.13, Centro Nacional de Huracanes de Florida.

22.08.13. El título de esta noticia puede resultar un tanto jocoso porque, después de que se pronosticada una temporada atlántica de huracanes 2013 muy activa, lo cierto es que la actividad está siendo paupérrima, incluso por debajo de la media, al menos hasta ahora. ¿Dónde están los huracanes?

Por eso hemos elegido la figura que encabeza esta noticia, ya que está siendo la tónica habitual nada más entrar en la página web del Centro Nacional de Huracanes de Florida: «no se espera actividad ciclónico tropical durante las próximas 48 horas«…

Y es que, hasta la fecha, tan solo se han originado en el Atlántico cinco ciclones tropicales que han recibido nombre: ANDREA, BARRY, CHANTAL, DORIAN y ERIN.

Y todas ellas no han conseguido intensificarse más allá de tormenta tropical; es decir, todavía no se ha formado ningún huracán.

Número medio acumulativo de sistemas por año. Crédito: CNH.

Número medio acumulativo de sistemas por año. Crédito: CNH.

El esquema superior es muy representativo para valorar de forma objetiva los números actuales que presenta esta temporada. Dado que los modelos meteorológicos no vienen anunciando la formación de ningún otro ciclón tropical antes de que finalice agosto, hemos querido tomar el día 1 de septiembre como referencia.

De este modo, a 1 de septiembre, en una temporada media, deberían de haberse formado 5 ciclones tropicales con nombre; es decir, que hayan alcanzado el grado de tormenta tropical. De estos, ya deberían haberse formado 2 huracanes y, al menos, casi 1 de categoría 3 o superior.

De momento, tan solo se han formado, como ya se ha indicado arriba, 5 tormentas tropicales y ningún huracán. Por lo tanto, lejos de estar ante una temporada muy activa, más bien estos números se corresponden a una temporada pobre en actividad, teniendo en cuenta que de estos ciclones, ninguno ha conseguido alcanzar el grado de huracán.

Número de tormentas cada 100 años. Crédito: CNH.

Número de tormentas cada 100 años. Crédito: CNH.

La figura superior indica que estamos entrando en la época del año que presenta mayor actividad ciclónico tropical en la cuenca del Atlántico Norte… y los modelos todavía no pronostican actividad alguna, al menos hasta inicios de septiembre.

¿Dónde están los huracanes?

Desde que el NOAA y el Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Colorado, EEUU, lanzaran sus pronósticos de una temporada de huracanes muy activa, las cosas han ido cambiando en sucesivas actualizaciones de los pronósticos.

Especialmente, aunque las temperaturas de las aguas superficiales oceánicas se han mantenido sobre la media, otros parámetros atmosféricos no han sido tan favorables como se esperaba. Por ejemplo, las enormes cantidades de polvo sahariano, o SAL, que han partido desde África, inhibiendo la formación o intensificación de los ciclones tropicales.

Evolución de la inestabilidad vertical respecto de la media en el Atlántico Tropical. Crédito: NOAA.

Evolución de la inestabilidad vertical respecto de la media en el Atlántico Tropical. Crédito: NOAA.

A este factor se suma que la inestabilidad vertical en el Atlántico Tropical, cuna de los ciclones tropicales más importantes de la cuenca, ha venido estando bien por debajo de la media durante todo el año, lo cual se traduce en una escasez de actividad, tanto por la falta de «semillas atmosféricas» (sistemas de baja presión bien definidos) que hayan podido servir de elemento iniciador de un ciclón tropical, como por la falta de un ambiente favorable para su organización e intensificación.

Evolución de la cizalladura vertical del viento en el Atlántico Tropical. Crédito: NOAA.

Evolución de la cizalladura vertical del viento en el Atlántico Tropical. Crédito: NOAA.

La cizalladura vertical del viento, otro elemento inhibidor de la actividad ciclónico tropical, por impedir la organización vertical de los ciclones tropicales, fundamental en su estructura interna, no ha sido un mayor problema, estando en la media en términos generales, incluso por debajo de esta durante el último mes y medio.

Por lo tanto, parece que la razón de esta, hasta ahora pobre temporada, reside en la falta general de inestabilidad en la Región de Desarrollo Principal y el Golfo de México, y las grandes cantidades de polvo sahariano que están accediendo a esta zona, cuna de los ciclones tropicales atlánticos más poderosos y peligrosos.

Veremos cómo se comporta la segunda mitad de la temporada, que debe acoger a los ciclones más intensos. Lo seguiremos en el foro de debate y en futuras noticias.


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