Imagen visible del que fuera gran huracán GORDON, pero en 2006 (19.09.06, 18 UTC). Crédito: Dundee Satellite Receiving Station.
21.08.12. Cuando lo único que queda del huracán GORDON es un vistoso remolino de nubes bajas al oeste de la Península Ibérica, hemos echado la vista hacia atrás en el tiempo para tratar de valorar la excepcionalidad de que un ciclón tropical pase sobre las Islas Azores. ¿Es habitual que un huracán alcance este archipiélago?
Como avance al análisis que se realiza a continuación, se podría decir que no es habitual que un ciclón tropical se forme cerca o pase por encima de las Azores, pero tampoco es una absoluta rareza.
Dada su localización geográfica dentro del Hemisferio Norte, estas islas están expuestas a la corriente general del oeste. Esto quiere decir que los ciclones tropicales que puedan afectarles habrán abandonado la Región de Desarrollo Principal (RDP) en aguas tropical o subtropicales del Atlántico Norte, para quedar embebidas en esta corriente, trasladándose de oeste a este.
Para encontrar los ciclones tropicales que han pasado cerca o hecho impacto en Azores, se ha utilizado una de las herramientas que ofrece el NOAA americano a través de internet: Historical Hurricane Tracker System, o Sistema de Trazado de Huracanes del Pasado; en definitiva, una herramienta informática que permite trazar las trayectorias de ciclones tropicales pasados sobre una localización dada seleccionada por el usuario.
Así, eligiendo las Islas Azores, nos encontramos con que al menos 16 ciclones tropicales han pasado muy cerca o sobre las Islas Azores desde que se tienen registros (archivo climático del NOAA, que comienza en 1850).
Trayectorias de ciclones tropicales que hayan pasado cerca o por encima de Azores. Crédito: NOAA.
Trayectorias de ciclones tropicales que hayan pasado cerca o por encima de Azores. Crédito: NOAA.
Es fácil observar que muchas de las trayectorias corresponden a ciclones que han salido de la RDP de forma temprana, por una ruptura del cinturón de altas presiónes Azores – Bermudas, de manera que se terminan viendo influenciados por la corriente general del oeste.
Hemos querido desglosar cada uno de los casos, desde 1961, omitiendo casos anteriores.
Trayectoria e intensidades del Gran Huracán DEBBIE, año 1961.
El caso de DEBBIE es uno de los más llamativos de toda la historia de huracanes atlánticos, porque la baja presión que de la que se formó prácticamente ya era un huracán estando todavía en el interior del continente africano, sin haber emergido aún a las aguas del Atlántico Tropical.
Trayectoria e intensidades del Huracán 17 sin nombre, año 1969.
Trayectoria e intensidades del Huracán EMMY, año 1976.
Trayectoria e intensidades de la tormenta tropical EDOUARD, año 1990.
Trayectoria e intensidades del Huracán CHARLEY, año 1992.
Trayectoria e intensidades del huracán BONNIE, año 1992.
Trayectoria e intensidades del Huracán TANYA, año 1995.
Trayectoria e intensidades del huracán JEANNE, año 1998.
Trayectoria e intensidades del Gran Huracán GORDON, año 2006.
Trayectoria e intensidades de la tormenta tropical GRACE, año 2009.
En resumen:
- 1961, gran huracán DEBBIE.
- 1969, huracán 17 sin nombre.
- 1976, huracán EMMY.
- 1990, tormenta tropical EDOUARD.
- 1992, huracán CHARLEY.
- 1992, huracán BONNEY.
- 1995, huracán TANYA.
- 1998, huracán JEANNE.
- 2006, gran huracán GORDON.
- 2009, tormenta tropical GRACE.
Se observa un pico de impactos en la década de los 90, siendo el año 95 el punto de inicio de un ciclo alta actividad ciclónico tropical en el Atlántico Norte, que perdura aún en la actualidad, según los científicos.
El caso de GORDON de 2006 fue interesante porque sufrió una intensificación mientras ponía rumbo a las Azores que le llevó a rozar la categoría 3, casi lo mismo que ocurrió con el GORDON de este año 2012. Ambos ciclones alcanzaron Azores con la categoría 1 de huracán.
El caso de GRACE de 2009 fue muy interesante, porque tuvo origen en una borrasca fría aislada, extratropical de núcleo frío, que sufrió un proceso de transición tropical en un lugar muy extraño, hasta tal punto que se convertía en la primera tormenta tropical formada tan al norte y tan al este desde que se tienen registros.
Normalmente, las Azores son un punto estratégico que marca la frontera hasta donde, normalmente, los ciclones logran llegar manteniendo características tropicales, y a partir del cual sufren de forma más frecuente el proceso de transición extratropical que les lleva a convertirse en borrascas extratropicales o bien bajas remanentes.
Temperatura de las Aguas Superficiales del Atlántico Norte, 28.07.12.
Y es que el archipiélago marca el punto a partir del cual la temperatura de las aguas superficiales de océano bajan de forma acusada hasta valores en los que, teóricamente, es difícil que se forme un ciclón tropical. Precisamente las corrientes frías que se mueven de norte a sur frente a la Península Ibérica, son parte de los fenómenos que actúan como el escudo que nos protege del impacto directo de ciclones tropicales.
En este caso, las mayores probabilidades de que un ciclón tropical afecte algún punto de nuestra geografía procede del aislamiento de borrascas frías que se desgajan de la circulación general del oeste, y cuya principal característica es la de ser capaces de generar una importante actividad convectiva.
Si este proceso ocurre con una evolución atmosférica de vientos favorables (cizalladura) y sobre un mar con anomalías positivas de temperatura aunque no alcancen los valores teóricos umbral para el desarrollo de ciclones tropicales, hay muchas probabilidades de que se formen ciclones tropicales, subtropicales o híbridos que pongan rumbo a territorio español (véase el caso del VINCE o DELTA de 2005, el mismo GRACE de 2009, etc).
Retomando el caso de ciclones tropicales que impactan en Azores, del análisis de los casos ocurridos desde 1961, se observa una máxima actividad en la década de los 90, con un periodo de retorno de unos 3 a 5 años (1 impacto o acercamiento cada 3 o 5 años). Sin embargo, no hay nada que haga pensar que se esté produciendo un aumento de los impactos.
Sí es cierto que desde 2005 ha aumentado el caso de ciclones tropicales que se han formado en las cercanías peninsulares o de Azores, a partir de bajas no tropicales, en procesos más que interesantes, pero no es prudente ni hay pruebas concluyentes a que estos fenómenos sean resultado del cambio climático, ya que hay importantes antecedentes históricos (IVAN, de 1980, por ejemplo) no ligados a este fenómeno.
Respecto a un hipotético aumento de las probabilidades de impacto de huracanes formados en el Atlántico tropical o subtropical por recurve e integración en la corriente general del oeste, es muy difícil que se produzca, aun con el calentamiento de los océanos. Para que esto ocurriera, deberían producirse brutales cambios en las corrientes oceánicas, que hiciesen que las aguas al oeste de la Península se calentaran al menos 4ºC más.
Por otro lado, el principal enemigo de los huracanes, que es la cizalladura vertical del viento, seguirá siendo el principal elemento que hará que los ciclones se extratropicalicen antes de que lleguen hasta nosotros.
En definitiva y en teoría, seguirá siendo muy difícil que huracanes del tipo de GORDON consigan llegar hasta nuestro país conservando su estructura como ciclón tropical neto.
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