09.03.12. Un proyecto conjunto del Departamento de Geografía de la Universidad de La Laguna y la fundación marroquí Si Hmad Derhem, pretende poner en marcha un sistema de recolección de agua de las nubes aportadas por los vientos alisios al país marroquí, que sería posteriormente suministrada a poblaciones rurales aisladas de Marruecos, formadas fundamentalmente por mujeres y niños que se ven obligados a recorrer a diario grandes distancias en busca de este recurso tan básico.
Concretamente el agua obtenida de este proyecto pionero, se prevé que llegue hasta la escuela coránica de Sidi Zekri, con 35 niños, así como a distintas comunidades rurales situadas en el interior de las montañas del Anti-Atlas, como Agni Zekri (para abastecer a 154 personas y 275 animales); Tamerout (donde viven 35 personas y 76 animales) y Agni Ihya (para ayudar a 66 personas y 132 animales).
Una vez implantado este este sistema, los autores del proyecto esperan aumentar la escolarización infantil y la calidad de vida de las mujeres. Además, se deben reducir las enfermedades transmitidas por la mala calidad del agua que obtienen de los pozos.
Esta colaboración que arrancó en 2006, ha culminado (de momento) en este interesante proyecto cuyos datos se presentaron públicamente en julio de 2011, en una conferencia que tuvo lugar en Munster (Alemania).
Ahora, ha sido publicado en la revista especializada alemana Erkunde, en un artículo firmado por María Victoria Marzol, Amalia Yanes, del grupo de investigación de Geografía Física de la Universidad de La Laguna junto con José Luis Sánchez Megía, del Centro Meteorológico Territorial en Canarias Occidental.
Para la recolección del agua, se pretende aprovechar el líquido potencial que acumula la nubosidad procedente de los alisios que llegan a las montañas marroquíes, similar a la nubosidad que afecta al archipiélago canario durante un gran número de jornadas al año.
Según los investigadores de la Universidad de La Laguna, sus estudios, que arrancaron en 1996, demuestran que la obtención de agua es posible de un modo sencillo, a bajo coste y con fácil mantenimiento, mediante la colocación de diferentes pantallas que recogerían el agua que en condiciones normales no llega a precipitar.
Concretamente, para recoger el agua de las nubes se instalarán a 1.225 metros de altitud diez pantallas de quince metros cuadrados cada una. La previsión es colectar al día alrededor de 10,6 litros por metro cuadrado.
Los científicos han diseñado un sistema que ha sido utilizado en la fase de experimentación del proyecto y que consiste en una pantalla forrada con una malla de polipropileno, colocada a un metro y medio del suelo y perpendicular a los vientos húmedos que transportan las gotas de la nube.
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