Un reciente estudio de investigación nos alerta de que ciertos contaminantes están presentes en el agua de lluvia

Un reciente estudio de investigación nos alerta de que ciertos contaminantes están presentes en el agua de lluvia.

Meses atrás os indicábamos que era seguro beber agua de lluvia si se tomaban ciertas precauciones lógicas, centradas en el almacenamiento del líquido elemento.

Pero, ahora, un nuevo trabajo nos avisa de que los niveles de sustancias químicas tóxicas conocidas como PFAS son excesivos en ciertos puntos del planeta.

El agua de lluvia es potable, pero ojo a algunos contaminantes

En otra entrada de nuestro blog os hablábamos de que científicos de la Universidad de Monash, en Australia daban el visto bueno a beber agua de lluvia directamente.

Ellos realizaron un análisis de la salud de 300 familias durante un año que bebieron el agua de lluvia siguiendo unas pautas fundamentales de higiene para su almacenamiento.

Presencia de PFAS

Sin embargo, desde la Universidad de Estocolmo, nos advierten de la presencia en la atmósfera de las llamadas ‘sustancias químicas permanentes’.

Estas partículas se denominan así porque se desintegran extremadamente lentas.

Las PFAS (sustancias de perfluoroalquilo y polifluoroalquilo) muy presentes en envases, champús o maquillaje, se han extendido a todo nuestro entorno en las últimas décadas y ya están presentes en el agua y el aire.

Ningún lugar de la Tierra es seguro

Para los autores de este nuevo estudio, no existe ningún lugar en la Tierra donde la lluvia sea segura para beber, según las mediciones tomadas desde 2010.

Ni siquiera lugares tan recónditos como la Antártida o la meseta tibetana, tienen unos niveles de PFAS admisibles.

En las zonas donde las concentraciones puedan ser mayores, estos contaminantes pueden generar problemas de fertilidad, retrasos en el desarrollo de los niños, aumento del riesgo de obesidad o ciertos tipos de cáncer (próstata, riñón y testículo), aumento de los niveles de colesterol.