Una nueva investigación afirma que está más cerca el colapso de la AMOC

Una nueva investigación afirma que está más cerca el colapso de la AMOC, a la vista de los resultados de un profundo análisis de los datos observacionales junto con la aplicación de técnicas de inteligencia artificial.

El estudio científico, que ha tenido una gran repercusión incluso en medios de comunicación generalistas, no indica un plazo exacto, pero nos avisa que los productos de reanálisis actuales proporcionan suficiente información como para pensar que el punto de inflexión no está lejos.

Los investigadores advierten de las consecuencias que tendría para el clima de Europa dicho evento y de que se debe de seguir investigando al respecto para tener una previsión más precisa sobre la inminente evolución de la AMOC.

La Circulación Meridional Atlántica

La Circulación Meridional Atlántica (AMOC, por sus siglas en inglés) se trata de una corriente vital para la regulación del clima de la Tierra ya que transporta el agua caliente de la superficie de las latitudes altas, donde calienta el aire y posteriormente se hunde y vuelve hacia zonas ecuatoriales.

Es responsable, por ejemplo, de que en España gocemos de un clima bastante más suave que otras regiones del planeta situadas a nuestra misma latitud.

Se caracteriza por un flujo hacia el norte de aguas cálidas y saladas en las capas superiores del Atlántico, y un flujo hacia el sur de aguas más frías y profundas que forman parte de la circulación termohalina.

Por tanto, juega un papel muy importante en el sistema climático al transportar calor hacia el norte en el Atlántico desde zonas tropicales

El colapso de la AMOC enfriaría el Océano Atlántico Norte con la consiguiente propagación del hielo marino del Ártico y el desplazamiento de los cinturones tropicales de lluvias del Atlántico más al sur.

¿Por qué se puede producir el colapso de la AMOC?

Al producirse el derretimiento la superficie helada del Polo Norte e incluso de los glaciares más al sur de las latitudes polares, el agua del Atlántico Norte se vuelve menos densa (aumenta el volumen de agua dulce frente al agua salada), inhibiéndose la convección invernal.

Esto provocaría el corte del flujo templado desde el Caribe a Europa y por tanto se produciría el colapso de la corriente.

Un importante efecto en el clima

Como ya os hemos contado varias veces, si el Ártico se calienta, Europa se enfría, pues al llegar mucha agua fría y menos salina al Atlántico se corta el flujo de agua templada a Europa que nos llega desde Centroamérica.

A consecuencia de ello, se produciría un descenso térmico a nivel global en el Oeste de Europa, de manera que las temperaturas se moverían en niveles similares a los que se registran en Norteamérica a la misma latitud.

Descenso de la temperatura de entre 5 a 15 ºC

Tanto este trabajo publicado en Science como otros muchos anteriores, han estimado que el enfriamiento en Europa podría provocar caídas de la temperatura media en algunas regiones de entre 5 y 15 ºC.

Es decir, se extendería el hielo del Ártico mucho más al sur, pero también se producirían otros efectos paralelos: aumentaría aún más el calor en el hemisferio sur, cambiaría los patrones globales de lluvia y alteraría el Amazonas.

Aunque el colapso supusiera un enfriamiento a nivel local, en el ámbito de Europa, en términos globales la temperatura global del planeta aumentaría.