Una banda nubosa asociada a una baja subtropical ha comenzado a barrer la Península Ibérica desde el oeste. Está repartiendo precipitaciones a su paso, irregularmente repartidas en tiempo y lugar pero a la postre, casi generales, manteniéndose un patrón atmosférico inusual, como veremos.

Mientras tanto, en Francia están padeciendo, por su causa, temperaturas más propias de comienzos del verano.

Herramientas de observación

Antes de entrar en materia, os recordamos que podéis consultar en tiempo real estas dos herramientas fundamentales para el seguimiento de la situación meteorológica.

Bajo la influencia de la corriente en chorro subtropical

El mapa de vientos al nivel de 250 hPa (por encima de los 10 km de altitud) muestra una configuración muy interesante de las Corrientes en Chorro.

Las líneas son líneas de flujo. Indica la dirección y sentido de los vientos. Pero a nosotros, lo que nos interesa, son los colores. Se corresponden con la velocidad que alcanzan esos vientos. Sirve para identificar a las Corrientes en Chorro, que aparecen perfectamente resaltadas con este parámetro.

Como es fácil observar, la Corriente en Chorro Polar se encuentra muy lejos de nosotros. Desplazada hacia altas latitudes, incluso más allá de las Islas Británicas, pasando por encima de la Península Escandinava.

Sin embargo, en nuestro caso, seguimos totalmente bajo la influencia de la Corriente en Chorro Subtropical, que sigue sirviendo de cinta transportadora de bajas subtropicales. Estas bajas muestran algunas diferencias respecto a las borrascas comunes. Por ejemplo, ser portadoras de una mayor cantidad de humedad y producir lluvias abundantes y continuas.

Aire frío confinado en altas latitudes y calores precoces en Francia

El Chorro Polar podemos interpretarlo a modo de frontera que separa las masas de aire frío polar al norte, de las masas de aire cálido subtropical.

Así, como este está desplazado muy al norte de su posición habitual, el aire frío queda confinado en muy altas latitudes. Mientras, el cálido queda al sur, y está afectando especialmente a Francia y parte del Reino Unido.

Esta situación ha hecho que, durante la jornada de ayer, se hayan batido récords de temperaturas máximas para un mes de abril en el norte de Francia.

Los 27,1ºC registrados a las 16 horas en París establecen un nuevo récord de temperatura máxima dentro de los 10 primeros días de abril. Fenómeno muy destacado si tenemos en cuenta que su serie climatológica arranca en 1872.

Sin embargo, el récord mensual se queda lejos, porque son los 30,2ºC que datan del 18 de abril de 1949…

Lluvias repartidas por un frente ocluido cuasi estacionario

La baja subtropical y su frente asociado aparecen representados en este mapa de isobaras de AEMET. El frente se interpreta como frente ocluido y su avance es muy lento. Es el que está dejando lluvias repartidas de norte a sur, extendiéndose de oeste a este.

Para mostrar la distribución de este tipo de precipitaciones, débiles e irregulares, pero distribuidas por buena parte de la Península Ibérica, qué mejor herramienta que nuestro radar o mosaico de la red de radares meteorológicos de AEMET.

Sigue el pronóstico a largo plazo: más borrascas

Y a largo plazo pocas novedades. Los modelos insisten en que las precipitaciones deberían continuar en la fachada atlántica durante los próximos días y que dependiendo de lo que las bajas presiones consigan acercarse a la Península y de que se produzca alguna ciclogénesis más intensa en las costas portuguesas, las lluvias se extiendan más o menos por nuestra geografía.

En abril o mayo, este tipo de situaciones, ya no deja las cantidades que podrían reportarnos los temporales de noviembre a febrero, cuando las borrascas suelen ser más potentes, pero no cabe duda de que es un tipo de tiempo muy beneficioso para nuestros embalses y montes.