Llega la borrasca Agnes a Europa aunque seguirá un rumbo hacia las Islas Británicas

En el centro de la imagen, y todavía en forma de hoja baroclina, vemos a la borrasca Agnes en formación. El hecho de que su aspecto ahora mismo no sea en de una borrasca al uso, con forma de ensaimada, es porque esta está en plena fase de desarrollo.

El germen ciclogenético, que va servir para su desarrollo, se encuentra como veremos inmerso bajo el chorro polar. Y, respondiendo perfectamente al proceso teórico de formación de una borrasca, se encuentra inmerso en pleno proceso de ciclogénesis explosiva.

Muy pronto veremos que la nubosidad se organiza en forma de ensaimada, arremolinándose, y dándole el aspecto de la fiera borrasca en que se va a convertir. Incluso no se puede descartar que se forme una característica frecuente: el chorro en aguijón o sting jet.

Ciclogénesis explosiva, un caso de libro

Y este post de la Agencia Británica de Meteorología, más conocida como Met Office, no podría explicarlo mejor.

El proceso de ciclogénesis se inicia cuando una pequeña depresión en superficie, al sur del chorro polar en altura, comienza a entrar en interacción positiva.

Fruto de esta interacción, comienza a producirse el proceso de ciclogénesis que, como ya sabéis, si es muy intenso, se conoce como ciclogénesis explosiva.

Cuando la borrasca queda ya al norte del chorro polar, el proceso de profundización se detiene, y pasa a ser una borrasca madura. A partir de ese momento, tenderá a rellenarse (debilitarse) de forma progresiva.

Comparando estos dos mapas del modelo GFS del NCEP, vemos que, en 24 horas, la presión mínima de la borrasca Agnes pasa de 999 hPa a 967 hPa. Una profundización de 32 hPa, suficientes para cumplir el requisito de ciclogénesis explosiva.

Sin embargo, no es ni mucho menos de los procesos de este tipo más intensos que hayamos vivido. Los hay mucho más intensos en el pasado.

Según el modelo británico UKMO, esta fuerte profundización de la borrasca Agnes podría tener asociada una seclusión cálida.

Pero no se trataría de un caso tan llamativo como otros del pasado. Y, además, otros modelos, como el americano GFS del NCEP, descarta este fenómeno.

La borrasca solo adquiriría un núcleo parcialmente cálido en niveles bajos, como fruto de su fase madura (oclusión) y en debilitamiento. Nada que deba llamar especialmente la atención en este sentido.

La borrasca Agnes dejará un fuerte temporal en las Islas Británicas

Evidentemente, la borrasca Agnes está llamada a producir un fuerte temporal marítimo, de viento y de lluvia en la mayor parte de las Islas Británicas.

Parece ser, por lo que se indica en este post, y ya que nosotros no hemos podido seguirlo al detalle, que el germen ciclogenético han sido los restos de la que fuera tempestad tropical Ophelia.

Es bastante común que los restos de ciclones tropicales puedan servir de «semilla» para borrascas extratropicales muy poderosas, como va a ser el caso.

Estos procesos meteorológicos tan extremos suelen rodearse de bastante incertidumbre, lo que añade peligro a la situación.

En estos casos, más vale ser prevenidos y no escatimar con los niveles de avisos, especialmente en lo que a vientos se refiere.

Desde Met Office se está muy pendiente, ya que la situación, además de implicar fuertes vientos, también puede traer asociadas lluvias fuertes e incluso tormentas capaces de llegar a tener una gran intensidad.