La persistente NAO+ detrás de la burbuja fría atlántica presente al suroeste de Groenlandia

La persistente NAO+ puede estar detrás de la presencia persistente de una burbuja fría atlántica al suroeste de Groenlandia, de la que os hemos hablado varias veces estos últimos años.

Hasta ahora, la principal hipótesis estaba en que el calentamiento del Ártico y el derretimiento de hielo de Groenlandia podría haber inducido a evacuar mucha agua dulce y fría a la zona, aunque sin que las conclusiones fueran definitivas.

Este nuevo trabajo, incide en una nueva hipótesis, basada más bien en una relación estrecha con la circulación atmosférica que con el impacto que tiene en la pérdida de hielo en la zona.

Las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico Norte subpolar han disminuido en aproximadamente 0,3 grados Celsius durante el último siglo y este ciclo de NAO+ que nos arrastra a la sequía en España, puede estar detrás ello.

Una burbuja de agua fría persistente

Desde hace varios años los científicos han detectado la aparición de esta burbuja de agua fría en el Atlántico Norte. Una anomalía térmica que está llevando al índice AMO a niveles de récord.

El Índice AMO (Atlantic Multidecadal OscillationOscilación Multidecadal del Atlántico norte) tiene a la temperatura de las aguas superficiales del Atlántico Norte y su variación natural como principales protagonistas, y trata de excluir los efectos del Cambio Climático y el Calentamiento Global de dicha variación.

Para entenderlo un poco mejor, es algo parecido al ENSO (El Niño y La Niña) y podría decirse que guarda alguna relación también con la Oscilación de Madden Julian, aunque en este caso aplicado al Atlántico Norte.

Agujero de calentamiento

La temperatura global de la superficie del mar (TSM) muestra una tendencia positiva de 0,55 K siglo durante el último siglo (1920–2005), debido principalmente al aumento de los valores de CO2 atmosférico.

Por el contrario, la TSM en el Atlántico Norte subpolar se ha enfriado a un ritmo de 0,4 K siglo, apareciendo el conocido como «agujero de calentamiento» en esa zona.

La persistente NAO+ detrás de la burbuja fría atlántica

Este nuevo estudio apuesta porque los patrones atmosféricos a gran escala en la zona también pueden influir en la formación del «blob frío«.

Según los autores del estudio, durante la fase positiva de la NAO, los vientos sobre el Atlántico Norte subpolar se intensifican, promoviendo una pérdida de calor similar a remover la superficie de un líquido caliente para enfriarlo.

Una de las autoras del estudio, propuso en un comunicado este símil para explicar lo que puede estar ocurriendo: “cuando queremos enfriar una taza de café caliente, removemos la superficie, y eso promueve la pérdida de calor. Eso es exactamente lo que va a hacer la intensificación de los vientos con la superficie del océano: tiene un efecto directo de enfriamiento”.

El hecho de que la fase positiva de la NAO se ha vuelto más dominante en el último siglo, ayudaría por tanto a explicar esta anomalía térmica en el Atlántico.

Este trabajo también incide en lo que otras hipótesis sostienen: a pesar de su apariencia contraria, la presencia de esta burbuja fría en el océano no desmiente el calentamiento global en su totalidad, sino que es una manifestación compleja del mismo.