Imagen visible adquirida por el satélite Meteosat 10, 11 de noviembre de 2017, 08:45 UTC.

Mientras que el tiempo anda muy revuelto, con frío, viento, lluvias y nevadas en diversos países de Europa, en España solo el cuadrante noreste, Baleares y Canarias están sintiendo los efectos de una atmósfera un tanto inestable y otoñal. En el resto, seguimos bajo la influencia del Anticiclón de las Azores. ¿Cuándo vamos a tener cambios generalizados por fin?

Cambios que se intuyen

Tal y como se viene indicando y analizando en el hilo de análisis y seguimiento de modelos en el foro, a largo plazo se vienen intuyendo cambios, pero son unos cambios que no terminan de asentarse y materializarse.

Por ejemplo, los índices AO y NAO tienden a la baja, algo que ya dibujaban los pronósticos el pasado 2 de noviembre, lo que debería ser un síntoma inequívoco de que la atmósfera va a cambiar su configuración en nuestro entorno dentro de unos días.

¿Qué cabe esperar por ahora?

Análisis en superficie y altura del modelo IFS del ECMWF y comparativa con imagen IR + corrientes en chorro (esquina inferior izquierda), 10 de noviembre de 2017, 12 UTC.

Bien, la baja presión que persiste al oeste de Canarias y que dejó hace unos pocos días unas cantidades de precipitación increíbles en el noroeste de la isla de La Palma, puede que sea la que termine provocando nuevos cambios a largo plazo.

En la figura superior podemos ver dónde se encuentra esta pequeña y disimulada baja presión, que solo se detecta en altura.

Panel con la evolución de la situación en superficie y en altura (500 hPa) durante los próximos días. Ordenado de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Modelo europeo IFS del ECMWF.

Posible evolución

Da la impresión de que la breve reintegración de esa pequeña baja en la Circulación General del Oeste podría inducir cambios y movilidad sobre el persistente Anticiclón de las Azores.

Una de las posibilidades, tras iniciarse esos cambios, es que la baja vuelva a desprenderse y se coloque cerca o encima de Canarias, volviendo a inestabilizar allí el tiempo.

Y la otra, que se termine abriendo un pasillo que permita a otras borrascas atlánticas llegar hasta la Península Ibérica. Precisamente lo que indica la última salida del modelo americano GFS del NCEP, pero a muy largo plazo, casi a finales de mes.

No queda más remedio que seguir esperando…