La tormenta tropical Arthur fue nombrada como tal el pasado sábado 16 de mayo de 2020. De este modo, la temporada atlántica de huracanes 2020 también ha tenido un comienzo prematuro.

Y ya son 6 años seguidos en que tal circunstancia ocurre. Recordemos que la temporada comienza oficialmente el 1 de junio, cada año.

Además de esta circunstancia, también nos ocupa el hecho de que la potente borrasca, formada a partir de un proceso de ciclogénesis explosiva, y que actualmente se ubica al norte de Azores, tiene una cierta conexión con Arthur pues recibirá un extraordinario aporte de humedad de su radio de acción.

Las tormentas tropicales no son excesivamente raras en mayo

Aunque pueda resultar una situación anómala, según nos cuenta el experto en Meteorología Tropical de la Universidad de Colorado, USA, el Dr. Philip Klotzbach, la formación de tormentas tropicales en el mes de mayo no es excesivamente rara.

Contando con Arthur, ya son 16 las temporadas de huracanes desde 1966 que han tenido 1 o más formaciones de ciclones tropicales antes del 1 de junio, fecha de comienzo oficial de la temporada atlántica.

Precisamente, desde que comenzara la era de los satélites meteorológicos (1966), solo se ha formado un huracán en el mes de mayo. El huracán Alma, en 1970).

Un fenómeno recurrente ¿habría que adelantar las fechas oficiales?

Mientras tanto, en el Pacífico Noreste, lo hace el 15 de mayo. El hecho de que se esté convirtiendo en un fenómeno recurrente, alimenta aún más el debate si la fecha del inicio oficial de la temporada de huracanes en el Atlántico Norte no debería adelantarse también al 15 de mayo. De todas formas, tampoco es algo que vaya a tener mucho valor práctico.

Aunque el inicio y fin de las temporadas oficiales de huracanes, ciclones o tropicales no supone que las autoridades bajen la guardia respecto a su análisis, seguimiento y activación de las alertas, cabe preguntarse si tanta recurrencia podría llevar a los organismos oficiales a modificar los actuales períodos vigentes.

Ojo a la ciclogénesis en el Atlántico Norte

Y como nos explica en una cadena de tuits el Doctor J.J. González Alemán, debemos prestar atención en estos momentos a la ciclogénesis que se está produciendo en el Atlántico Norte.

Aunque no implicará un cambio de tiempo en la Península Ibérica, sí es llamativa que una borrasca tan intensa se vaya a desarrollar a finales de mayo en esta zona del Atlántico.

Su radio de influencia sí afectará al archipiélago de las Azores y a todas las zonas marítimas limítrofes. Una maravilla de borrasca en el tramo final de la primavera, más propia del final de los meses invernales.