Una investigación de la NASA concluye que el deshielo Groenlandia altera ya la circulación oceánica

Una investigación de la NASA concluye que el deshielo Groenlandia altera ya la circulación oceánica.

Desde 1985 la capa de hielo y nieve groenlandés, la segunda más extensa en el mundo tras la antártica, ha perdido una superficie aproximada de 5.091 kilómetros cuadrados. Además, este hecho se ha acelerado desde los años 1990.

A consecuencia de este deshielo, grandes volúmenes de agua dulce han llegado al Océano Atlántico, lo que ya empieza a modificar la circulación oceánica habitual.

Y, en cualquier caso, los científicos creen que el impacto en el clima es aún pequeño respecto a las futuras implicaciones que aparecerán, sobre todo contando con que el derretimiento irá a más.

El deshielo de Groenlandia ya altera la energía térmica global

La investigación del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA indica que este proceso está alterando la distribución de la energía térmica global

Y es que, si bien la superficie helada de todo el planea, tanto en los polos como en las zonas montañosas, ha experimentado un claro retroceso durante las últimas décadas, precisamente la capa de hielo de Groenlandia ha sufrido una pérdida mucho más notable, acelerándose en especial a partir de la década de 1990.

Además, para el futuro a medio plazo los modelos climáticos prevén que la pérdida de hielo en Groenlandia continuará.

Una pérdida de 5.091 kilómetros cuadrados en 4 décadas

La investigación asegura que en esa zona del planeta se perdido alrededor de 5.091 kilómetros cuadrados de hielo en las últimas 40 años.

En lo que llevamos de siglo XXI, la capa de hielo se ha reducido una media de 218 kilómetros cuadrados cada año desde enero de 2001.

Aunque esta superficie puede parecer relativamente pequeña (Groenlandia tiene 2,166 millones de km²) hay que tener en cuenta que equivale una pérdida de aproximada de 1.034 gigatoneladas de hielo y nieve.

Pese a que el citado retroceso no ha contribuido, de momento a provocar un aumento sustancial del nivel del mar, sí puede desempeñar un papel en los patrones de circulación oceánica y en cómo se distribuye la energía térmica en todo el planeta.

Cómo realizaron el estudio

Para realizar este trabajo que podemos leer en Nature, los científicos utilizaron imágenes satelitales hasta consolidar 236.328 posiciones terminales de glaciares entre 1985 y 2022.

Posteriormente, midieron el alcance del desprendimiento (el proceso de ruptura del hielo en el extremo de un glaciar) y los cambios en los bordes de la capa de hielo. De esta forma, hallaron la superficie total de hielo perdida.