El efecto mar se ve en este caso muy amplificado

El efecto mar se está dejando estos días en uno de los rincones del lejano oriente.

Japón se está viendo sometido a una dura ola de frío durante estas Navidades 2020-21. Un poderoso anticiclón siberiano que está alcanzando presiones récord por encima de 1070 hPa, se encuentra en interacción con potentes borrascas en el Océano Pacífico Occidental.

Como resultado, una potente canalización de aire totalmente congelado de origen siberiano, proyectado hacia Japón.

Podríamos decir que se trata de la versión nipona de la temida ola de frío siberiano que algunos inviernos padecemos en Europa. Pero lo más llamativo de los desalojos de masas de aire muy frío siberiano, es lo que ocurre cuando atraviesa las aguas del Mar de Japón.

Se inestabiliza desde su base, y da lugar al llamado efecto mar. Es el fenómeno que deja nevadas descomunales en Japón.

¿Qué es el «efecto mar»?

Extremadamente sencillo. Se trata del efecto lago, del que hemos hablado muchísimo a lo largo de los últimos inviernos. La única diferencia, que este fenómeno se produce sobre un mar u océano, y no sobre un lago.

Pero el mecanismo físico y termodinámico es exactamente el mismo.

Como ya hemos dicho más arriba, la clave la encontramos en la interacción entre el poderosísimo anticiclón siberiano, que está alcanzando presiones récord, y las bajas presiones en el Pacífico Occidental.

Bajas presiones que también están alcanzando presiones récord, en sentido contrario.

El aire alrededor de los anticiclones gira en sentido horiario y hacia afuera de las líneas isóbaras (ver mapa arriba). Mientras que, alrededor de las borrascas, gira en sentido ANTI-horario, y hacia adentro de las líneas isóbaras.

De este modo, entre ambos sistemas de presión, el aire es canalizado con fuerza. El resultado es el desalojo de masas de aire gélido siberiano desde Siberia hasta Japón, cruzando el Mar de Japón.

Es muy importante destacar cuál es la naturaleza del aire siberiano: además de extremadamente frío, es extremadamente seco. Es decir, que aunque muy frío, es naturalmente muy estable, incapaz de dejar nevadas por sí mismo.

Pero, ¿qué ocurre cuando este aire comienza a cruzar las relativamente cálidas aguas del Mar de Japón?

Con esta animación es muy fácil comprenderlo. La masa de aire, desde su base, va adquiriendo humedad y calor a partir de las aguas del océano. Especialmente debido al régimen turbulento y vientos intensos que remueven las aguas, facilitando el intercambio de humedad y calor atmósfera-océano.

De esta manera, se va modificando la naturaleza de la masa de aire, y se va volviendo inestable. Y de ser muy fría y estable en Siberia, a Japón llega muy fría pero inestable. Y da lugar a continuas y copiosas nevadas en todas las caras montañosas expuestas.

Nevadas descomunales, el resultado

Como algunos meteorólogos dicen, el efecto mar en el Mar de Japón, es como el efecto lago en los Grandes Lagos de los USA, pero con esteroides.

Recordemos que este diciembre ya ha traído nevadas récord a Japón, por el efecto mar.

Por ejemplo, en los días precedentes al día 16, llegaron a acumularse 162 cm. de nieve en Fujiwara en 48 horas. Además, en aquél caso, temperaturas totalmente anómalas, muy por encima de lo normal, en el Mar de Japón, fueron claras contribuyentes.

En este nuevo caso, podemos asistir a nuevas nevadas de récord para acabar el año.