Hace pocas jornadas nos preguntábamos acerca de qué efecto podría tener el aumento de la temperatura global del Planeta en nuestro clima a corto plazo. Entonces, nos hacíamos eco de un estudio de investigación que indicaba que las zonas áridas y húmedas de la Tierra se estaban desplazando síncronamente hacia el Norte.

Ahora, un nuevo trabajo nos informa de que el calentamiento que está experimentando el Planeta en las últimas décadas, provocará que las precipitaciones torrenciales que se producen en los Trópicos (fundamentalmente) aumentarán significativamente en el futuro cercano dado que habrá más energía disponible para formar la lluvia.

Los modelos climáticos subestiman la cantidad de lluvia

Según este trabajo de investigación realizado por el científico Hui Su del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California la mayoría de los modelos climáticos globales que estiman la evolución de nuestro clima en el futuro cercano están subestimando la cantidad de lluvia que caerá en las regiones tropicales de la Tierra.

Menos nubes altas

Las observaciones de los últimos 30 a 40 años han demostrado que una amplia zona de aire ascendente centrada en el Ecuador se está estrechando a medida que el clima se calienta, causando la disminución en las nubes altas. Y añadido a esto, parece claro a juicio de esta y otras investigaciones que las nubes altas tienden a desaparecer de los Trópicos conforme el Planeta se calienta.

Dicho descenso de la alta cobertura nubosa en niveles altos de la atmósfera en las latitudes tropicales es el resultado de un cambio planetario en los flujos de aire a gran escala que está ocurriendo a medida que la temperatura de la superficie de la Tierra se calienta.

Es decir, la circulación general atmosférica está modificando su flujo, su trayectoria, incluyendo una amplia zona de aire ascendente centrada en el Ecuador.

Y ello provoca más precipitaciones

La lluvia no se relaciona sólo con la presencia de las nubes que están disponibles para hacer lluvia (Nimboestratos, Cumulonimbos…) sino también con el «presupuesto de energía»  disponible en la Tierra. Dicho de otra forma: la cantidad de energía entrante del sol en comparación con la energía de salida de calor.

Puesto que las nubes tropicales de alta altitud atrapan el calor en la atmósfera, si hay menos de estas nubes en el futuro, la atmósfera tropical se enfriará.

Cuando el agua se evapora en vapor de agua aquí en la superficie de la Tierra y se eleva a la atmósfera, lleva consigo la energía térmica que la hace evaporarse. En la atmósfera superior fría, cuando el vapor de agua se condensa en gotas líquidas o partículas de hielo, libera su calor y calienta la atmósfera.

23 simulaciones de modelos climáticos

Para llegar a estas conclusiones  Su y su equipo junto con grupos de investigación de otras  cuatro universidades, compararon los datos climáticos de las últimas décadas con 23 simulaciones de modelos climáticos del mismo período.

Los científicos hallaron que la mayoría de los modelos climáticos subestimaron la tasa de aumento de la precipitación para cada grado de calentamiento superficial que se ha producido en las últimas décadas

Para ello utilizaron observaciones de la radiación térmica saliente del Clouds and the Earth’s Radiant Energy System (CERES) y otros instrumentos satelitales, así como observaciones sobre el terreno.

Referencia: https://www.nasa.gov/feature/jpl/nasa-data-suggest-future-may-be-rainier-than-expected