Huracán LEE en proceso de Rápida Intensificación. Imagen VIS adquirida por el satélite GOES-16, 24 septiembre 2017, 10:15 UTC.

Tras un septiembre de 2017 de récords en cuanto a actividad de huracanes en el Atlántico Norte (récord de Energía Ciclónica Acumulada o ACE: 175; récord de días de tempestad tropical: 53.5, de huracán: 34.5 y de gran huracán: 18) vuelve a ponerse de actualidad la hipotética relación entre el Cambio Climático – Calentamiento Global y la actividad de huracanes. ¿Es cierto que se va a producir un fuerte incremento en su frecuencia e intensidad?

Algunas consideraciones de partida.

De forma similar a como está sucediendo con los tornados, que se creía que su frecuencia estaba aumentando y afectando a otros lugares del planeta, cuando lo que ocurre es que hay más ojos vigilando el cielo, los datos de números totales de ciclones tropicales atlánticos de cada temporada pueden estar incompletos antes de la era de los satélites meteorológicos (considerado como tal el periodo a partir del año 1966).

Es decir, en la actualidad, con los satélites meteorológicos disponibles, es posible detectar ciclones tropicales muy pequeños que, sin ellos y más atrás en el tiempo, pasarían completamente desapercibidos. Sin duda, se trata de algo a tener muy en cuenta.

A nivel global y en los últimos 50 años, no se ha conseguido detectar una tendencia apreciable en frecuencia y número de tempestades tropicales y/o huracanes.

Sin embargo, en el Atlántico sí parece estar aumentando…

Por otro lado, y aunque se ha avanzado mucho en el entendimiento de los mecanismos precursores de las ciclogénesis tropicales, todavía quedan algunos elementos no identificados que ayudan en estos procesos. De hecho la teoría dice que son necesarias aguas cálidas y baja cizalladura vertical del viento, pero en algunos casos los ciclones tropicales se forman sin seguir estas reglas (huracán VINCE, 2005; tormenta tropical GRACE, 2009; huracán ALEX, 2016…).

En definitiva, que la actividad de ciclones tropicales depende de muchísimos factores o ingredientes que deben coincidir o interaccionar de forma positiva para que se produzca una ciclogénesis tropical. Esto hace que sea muy complicado establecer relaciones Cambio Climático – Actividad de Huracanes, ya sea en el Atlántico, ya sea a nivel global.

Predicciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, NOAA.

La NOAA está realizando un trabajo de investigación para tratar de esclarecer si la actividad de ciclones tropicales en el Atlántico Norte va a sufrir o no un aumento debido al Cambio Climático y el Calentamiento Global. Se trata de un documento extenso pero que puede interesar a más de un neófito de la materia. Nosotros vamos a destacar sus conclusiones generales, que son muy interesantes.

  • Todavía es pronto para concluir que las actividades humanas, y particularmente las emisiones de gases con Efecto Invernadero que causan el Calentamiento Global, han tenido ya un impacto perceptible en la actividad de huracanes en el Atlántico y/o ciclones tropicales a nivel global. Dicho esto, las actividades humanas podrían haber causado cambios ya, que no son todavía detectables debido a la pequeña magnitud de los mismos o por limitaciones de observación, o que todavía no son modelizados con confianza.
  • El calentamiento antropogénico, hacia finales del siglo XXI probablemente provocará que los ciclones tropicales sean de media más intensos (de un 2 a un 11% más, de acuerdo con las proyecciones modelísticas para el escenario A1B del IPCC). Este cambio implicaría un mayor incremento en porcentaje del potencial destructivo por tempestad, asumiendo una no reducción del tamaño de la misma.
  • Hay más probabilidades que el calentamiento antropogénico durante el próximo siglo contribuya a un incremento en la ocurrencia de ciclones tropicales muy intensos en algunas cuencas oceánicas; un incremento que sería sustancialmente mayor, en términos de porcentaje, como entre un 2 y un 11% en la intensidad media de la tempestad. Este incremento en la ocurrencia de tempestades intensas está proyectado pese al probable descenso (o pequeños cambios) en los números globales de ciclones tropicales.
  • El calentamiento antropogénico, para finales del siglo XXI probablemente causará ciclones tropicales con ratios de precipitación sustancialmente más elevados que en la actualidad, con un incremento proyectado por los modelos entre el 11 y el 15% sobre la media actual, dentro de los primeros 100 km. desde el centro de la tempestad.

Conclusiones.

Con estos datos, más otros que hemos consultado, publicados por diversos expertos en Meteorología Tropical, este escenario con pocos cambios del número de ciclones tropicales en el Atlántico, pero un incremento en el número de huracanes intensos o muy intensos, parece extremadamente realista.

Durante el recién acabado mes de septiembre de 2017, el contenido en calor oceánico (OHC) en el Mar Caribe y otras zonas marítimas adyacentes han estado en valores más elevados que nunca, lo que se piensa que sin duda ha contribuido a la génesis de los extremadamente intensos huracanes HARVEY, IRMA, JOSE y MARIA, por ejemplo.

Información complementaria (en inglés): What you need to know about hurricanes and their trends

En los próximos días publicaremos nuevas noticias sobre la extraordinaria actividad ciclónica de este septiembre 2017.