Nos encontramos en pleno período canicular, y lo más normal que cabría esperar es sol, calor y moscas… Sin embargo, y aunque el calor intenso hasta ahora ha afectado de forma desigual a nuestro país, este factor no parece que vaya a ser especialmente destacable en agosto.

En este sentido, estamos pendientes de cambios sensibles en el patrón atmosférico en esta parte del hemisferio norte. Unos cambios que podrían posibilitar el hecho de que agosto, al menos en sus inicios, arranque con unas temperaturas bastante llevaderas. Incluso frescas en algunos puntos, como ya ha ocurrido en algunos observatorios en las últimas jornadas.

Esta dinámica más suave vendrá de la mano de cambios en el comportamiento de la corriente en chorro polar. El año avanza, y los reservorios de aire frío de este hemisferio comienzan a ponerse en funcionamiento. El chorro polar, que se comporta como una barrera de contención, determina con su comportamiento a qué regiones comienza a llegar este frío.

La «fábrica de frío» comienza a funcionar.

Aunque estemos en plena canícula, lo cierto es que, como acabamos de comentar, el año avanza. Y esto quiere decir que el otoño se acerca.

De la misma manera, en el Círculo Polar Ártico, la «fábrica» de masas de aire frío comienza a ponerse en marcha. Esto es, las temperaturas allí comienzan a bajar, y con ellas, empieza a verse cómo los reservorios de aire polar comienzan a crecer.

Las Corrientes en Chorro actúan (o se comportan) como barreras de contención de estas masas de aire frío.

Según como se comporten estas, así se comportarán las masas de aire frío que contienen. De esta manera, la formación de meandros en el chorro polar, determinará la expansión de esas masas frías hacia latitudes más bajas.

Por diversas razones, entre las que podrían estar los cambios atmosféricos que ya comienzan a notarse estimulados por la fase de El Niño en el Pacífico, podrían implicar cambios en el comportamiento del chorro polar sobre esta parte del hemisferio norte.

Expansión de masas de aire polar

Con las lógicas reservas que supone una predicción a medio plazo, y poniendo por delante que los escenarios están cambiando entre sucesivas salidas, esto es lo que tenemos actualmente.

El modelo europeo predice, para principios de agosto, la formación de un profundo meandro en el chorro polar.

En su seno, una interesante expansión de masas de aire frío polar que se dejaría notar por buena parte del norte y centro de Europa, incluyendo a parte de nuestro país.

Este tipo de cambios meteorológicos tan marcados, no son excesivamente habituales, pero sí son completamente normales.

Será muy de agradecer, porque dará alivio a zonas que han estado soportando muchísimo calor.

Esta configuración del chorro polar no es demasiado normal para estas alturas del año, tal como señala este meteorólogo.

Drástico descenso de las temperaturas

Lógicamente, la expansión de estas masas de aire polar hará que el descenso de temperaturas sea muy marcado. Tanto más cuanto más al norte y al este.

Podrá notarse mucho mejor en las temperaturas a 2 m. de la superficie. Y afectaría a los 2/3 de Europa.