La crisis mundial provocada por la pandemia del coronavirus Covid-19 sigue manifestándose en la atmósfera, como en tantos aspectos de la vida o del Planeta.

Ahora, un grupo de investigadores del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) han realizado un análisis del impacto en el tráfico aéreo, comprobando que se ha reducido de forma significativa la formación de estelas de condensación en Europa.

La imagen que en encabeza esta noticia nos muestra una comparativa entre el 16 de abril de este año y el de 2019, observándose casi un 90 % menos de estelas de condensación.

¿Cómo se realizó el análisis?

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los datos aportados por el sensor Spinning Enhanced Visible and Infrared Imager (SEVIRI) a bordo de un satélite meteorológico Meteosat de segunda generación.

Posteriormente compararon las mediciones satelitales con un modelo desarrollado en el DLR, para calcular la cobertura compuesta de nubes naturales y cirros producidos por estelas de aeronaves, en función de los movimientos actuales del tráfico aéreo y los datos meteorológicos.

En el trabajo se recoge que los datos observados en las imágenes satelitales fueron consistentes respectos a los ofrecidos por el modelo numérico, el cual recoge las estructuras regionales y una buena representación de los valores medidos de los espesores ópticos de nubes.

Por último, hay que tener en cuenta que utilizaron el modelo en un escenario con un volumen de tráfico aéreo 10 veces mayor, como habría sido el mismo día en 2019, con las condiciones meteorológicas mantenidas iguales para determinar el efecto de los niveles de tráfico solamente.

Se han reducido en un 90%

El hecho de elegir el 16 de abril está fundamentado en que la atmósfera en Europa era esa jornada lo suficientemente fría y húmeda como para que se formaran estelas de condensación de larga duración detrás de los aviones en prácticamente todo el continente.

La comparativa nos muestra una notable disminución en el número de estelas, reduciéndose a solo una décima parte respecto a una jornada normal antes de la crisis.

¿Cómo se forman las estales de condensación?

Como nos cuentan desde AEMET, las estelas de condensación son nubes de hielo, en forma de largas líneas, que surgen en ocasiones al paso de un avión, por condensación del vapor de agua contenido en las emisiones de los motores.

A veces, también se forman otro tipo de estelas en la punta de las alas, por condensación del vapor atmosférico a causa de la bajada de presión y temperatura que se produce al paso del avión.

Pero estas últimas suelen ocurrir en el despegue y el aterrizaje, no durante el vuelo en niveles altos, y duran mucho menos.

Productos de la combustión, similar al tráfico rodado o marítimo

Los motores de los aviones emiten vapor de agua, dióxido de carbono (CO2), pequeñas cantidades de óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos, monóxido de carbono, gases de azufre y partículas de hollín y metal.

De todos estos gases y partículas, el vapor de agua es lo único relevante para la formación de estelas.

Para que se formen las grandes estelas tras los aviones en ruta son necesarias unas condiciones de temperatura y humedad determinadas, que permitan que se produzca la condensación del vapor de agua emitido por los motores.

Los gases de azufre pueden ayudar, porque facilitan la formación de pequeñas partículas que pueden actuar como núcleos de condensación, pero, en general, de todas formas, hay suficientes partículas que sirven como núcleos de condensación en la atmósfera.

El resto de los gases y partículas emitidos por el motor de los aviones no influyen en la formación de las estelas.

Cuando los gases que emite el avión se mezclan con el aire circundante, se enfrían rápidamente y, si la humedad en la atmósfera es suficiente para que la mezcla alcance la saturación, se producirá la condensación del vapor de agua.

El nivel de humedad de la mezcla, es decir, el que se llegue a la saturación o no, dependerá de la temperatura y humedad del aire, así como de la cantidad de vapor de agua y la temperatura de las emisiones del avión.