2022 fue un año desastroso para los glaciares suizos que se derriten a un ritmo vertiginoso

2022 está siendo un año desastroso para los glaciares suizos que se derriten a un ritmo vertiginoso.

Así lo afirma un estudio realizado por la Comisión Crioesférica de la Academia de Ciencias de Suiza que prevé que el problema empeore en los próximos años.

La pérdida de hielo registrada hasta el verano de 2022, estimada en un 2%, es considerada como extrema por los científicos suizos.

Tres billones de litros de agua perdidos en los glaciares suizos

El informe revela que 3 kilómetros cúbicos de hielo se han derretido solamente en este año.

La causa es clara: un aumento notable de las temperaturas en Los Alpes y un descenso acusado de las precipitaciones de nieve y como efecto añadido: el polvo del Sahara.

Poca nieve y con polvo sahariano

2022 está siendo un año complicado para los glaciares de Los Alpes

Arrancó con una capa de nieve excepcionalmente ligera, y posteriormente, entre marzo y mayo, una gran cantidad de polvo de arena procedente del desierto del Sahara se asentó en la zona.

Según los científicos, esta circunstancia hizo que se absorbiera más calor y la nieve se derritiera más rápido, privando a los glaciares de su capa protectora de nieve a principios del verano europeo.

(c) Imagen: M. Huss

Al llegar la época estival, el calor continuo entre mayo y principios de septiembre, derritió a un ritmo inusitado el hielo glacial.

En las postrimerías del verano, el mal estado de los glaciares era tal que la capa de hielo que cubría el paso entre los glaciares Scex Rouge y Tsanfleuron se había derretido por completo. De hecho, se podía ver al descubierto roca desnuda que había estado congelada desde al menos la época romana.

Más afectación en los glaciares más pequeños

El informe también indica que los glaciares más pequeños, como los de Pizol, Vadret dal Corvatsch y Schwarzbachfirn prácticamente han desaparecido y se suspendieron las mediciones.

En las regiones de Engadina y el sur de Valais, ambas en el sur, desapareció una capa de hielo de cuatro a seis metros de espesor a 3.000 metros sobre el nivel del mar.

Pero también s registraron pérdidas significativas incluso en los puntos de medición más altos, incluida la montaña Jungfraujoch, que alcanza un pico de casi 3.500 metros.