Una investigación apunta a que el cambio climático puede propiciar huracanes consecutivos

Tormentas tropicales «Florence», «Isaac» y «Helene» en la Región de Desarrollo Principal, RDP. Aguas del Atlántico Norte Tropical. Imagen infrarroja, 9 de septiembre de 2018, 06 UTC. Crédito: NERC Dundee Satellite Receiving Station.

Los huracanes consecutivos pueden ser frecuentes en las próximas décadas si se cumplen los vaticinios de un estudio de investigación realizado por la Universidad de Princeton.

Se trataría de la llegada secuencia de varios huracanes o tormentas tropicales, a la región del Caribe, de forma que sus efectos devastadores se multiplicarán por la acción casi conjunta de los sistemas tropicales.

Algo similar a lo que ocurrió recientemente con Harvey-Irma o con Ida-Nicholas.

Huracanes consecutivos

Esta denominación la utilizaríamos para definir la situación meteorológica en la que dos o más sistemas tropicales llegan a una misma área geográfica, acentuándose el efecto devastador de los que van llegando después a tierra.

El tiempo de retardo entre un sistema tropical y otro no sería superior a los 15 días.

Si un huracán ya es normalmente un desastre para una región, la llegada casi consecutiva de otro huracán o tormenta tropical, pone aún más en jaque a los sistemas de seguridad de las ciudades y pueblos.

Gran huracán IRMA, categoría 5 y 160 KT de intensidad. Imagen visible del satélite GOES-13, 6 de septiembre de 2017, 15:45 UTC.

La evolución climática favorecería estas situaciones

En la investigación se asegura que el aumento del nivel del mar, de las precipitaciones y el calentamiento de los océanos favorecerá en las próximas décadas este tipo de eventos.

El aumento del nivel del mar potenciaría, además, catastróficamente el efecto de las mareas en las zonas costeras.

En el Golfo de México podrían tener lugar al menos una vez cada tres años.

Ya en los últimos años, las tormentas secuenciales se han vuelto más comunes en la costa este de Estados Unidos y la costa del Golfo, aunque siguen siendo relativamente raras.

El modelo meteorológico empleado por los investigadores evidenció un aumento del número de tormentas, aunque otros modelos no han mostrado ningún aumento.

En cualquier caso, los científicos descubrieron que incluso sin un aumento de la frecuencia general de las tormentas, el aumento de la intensidad hará mucho más probable que las zonas de la costa este y la costa del Golfo experimenten tormentas secuenciales.