Se nos vienen por delante unas jornadas meteorológicamente interesantes. No tanto en cuanto a lo que tenemos que sufrir. Se trata de una intensa advección cálida, de la que llevamos hablando varios días, pero que se va a acompañar de otro fenómeno, nada deseado. Se trata del polvo sahariano. Y es que, acompañando al calor provocado por la advección de masas de aire cálido subtropical continental, también tendremos una intensa irrupción de polvo sahariano.

Una «llamarada» del «dragón norteafricano»

Los mapas de temperatura al nivel de 850 hPa (equivalente a unos 1500 m. de altura en una atmósfera estándar) dan auténtico miedo. Es donde mejor queda representado este episodio de calor precoz que estamos empezando a padecer en este mayo de 2022.

En esta animación de mapas de temperatura a 850 hPa, según el modelo europeo IFS/ECMWF, se puede observar mejor cómo se irá produciendo la irrupción cálida esperada.

Cabe destacar que, esta vez sí, la advección cálida norteafricana tendrá mucho que ver en este episodio de calor precoz. Pero, además, hay una componente autóctona: la intensa insolación en un ambiente anticiclónico, que recalentará aún más esa masa de aire, ya cálida de por sí.

Según los mapas de variación de temperaturas de la Agencia Estatal de Meteorología, vamos a encadenar varias jornadas de subidas, tanto de máximas como de mínimas.

El sábado 21 podría ser el momento culmen del episodio, siendo el día de más calor. Es probable pues, que podamos hablar de ola de calor, especialmente cuanto aún estamos en la segunda quincena del mes de mayo.

No obstante, el polvo sahariano podría repercutir en estas temperaturas.

Nueva irrupción de polvo sahariano

2022 está siendo el año de las tormentas de polvo sahariano. Sin duda alguna, lo vamos a recordar tanto por el número, como por la intensidad de las irrupciones de polvo sahariano que estamos padeciendo.

Todos recordamos la histórica tormenta de polvo que se produjo a mediados de marzo.

Todas esas irrupciones de polvo en suspensión, fue quedando depositado en capas, en la nieve en Sierra Nevada. Capas que pueden verse con la fusión de esa nieve.

Nuestro amigo David expone cosas muy interesantes en este hilo. Indica que las previsiones podrían estar sobre estimando los valores esperados de temperaturas máximas.

Los modelos generan valores automáticos a partir de lo que prevén en 850 hPa, pero no tienen en cuenta factores no previstos. Por ejemplo, la presencia de nubes o de polvo sahariano.

Por ejemplo, los modelos prevén la existencia de nubosidad, al menos en Madrid, y también de polvo sahariano (evidentemente). Ambos factores pueden contribuir, especialmente la nubosidad, a que las máximas no suban tanto como se espera.

El polvo sahariano también, porque impiden la llegada de la radiación solar a la superficie, reduciendo el efecto de recalentamiento. Sin embargo, ambos elementos pueden contribuir a que las mínimas sean más altas de lo esperado.

En cualquier día, tendremos mucho calor. Y, además, mucho polvo en suspensión. Por lo tanto, unas jornadas un tanto complicadas para nuestra salud.