Las previsiones apuntan a que en breve sufriremos la primera ola de calor de 2023

Las previsiones apuntan a que en breve sufriremos la primera ola de calor de 2023. A partir del fin de semana notaremos un ascenso térmico notable que puede traer a buena parte de España temperaturas muy altas durante, probablemente, toda la próxima semana.

Aún estamos disfrutando, en provincias del norte y este peninsular, de un tiempo a ratos inestable, tormentoso, con nubes, claros y un ambiente térmico más que llevadero.

Pero, inexorablemente, el calendario avanza y coincidiendo con la llegada del verano astronómico el calor será el protagonista meteorológico.

Últimos chubascos tormentosos

Los que podáis, tenéis que disfrutar de los últimos chubascos tormentosos que se registrarán entre el martes y el miércoles.

Hoy los chubascos y tormentas que podrían llegar a ser fuertes en el entorno del cantábrico oriental, alto Ebro o Pirineo occidental.

También se esperan tormentas y precipitaciones desde primeras horas en el interior del sureste peninsular y Alborán, que por la tarde se extenderán de manera dispersa a otras zonas de la Península, en especial en zonas de interior del este, a la vez que irán remitiendo por el sureste.

El miércoles, el último día con inestabilidad importante

Mientras que el miércoles se prevé, de nuevo, chubascos y tormentas localmente fuertes en el interior del tercio norte y de la mitad este peninsular.

Afectarán, de forma más débil, al resto de la Península, salvo el litoral mediterráneo y oeste de Andalucía, donde, al igual que en Baleares, predominarán los cielos poco nubosos o con algunos intervalos nubosos sin precipitaciones. En Canarias, intervalos nubosos con probables chubascos en las islas de mayor relieve.

¿La primera ola de calor del 2023?

El ascenso de latitud de la dorsal africana irá eliminando las precipitaciones el jueves, que sólo afectarán de forma importante y de madrugada a zonas del Cantábrico Oriental y del norte de Navarra.

Luego, estabilidad casi absoluta en España y lo peor: un ascenso térmico notable que puede desembocar en registros casi generale por encima de los 35 ºC y picos por encima de 40 ºC en las áreas más propensas para ello.

Es decir, valles del Guadiana extremeño y del Guadalquivir, así como en zonas de La Mancha.

Veremos, un poco más adelante, la severidad de esta presumible ola de calor y en qué grado las mínimas pueden ser más o menos agobiantes, pues también suelen marcar la intensidad de las olas de calor para la población.